En el marco de una problemática inflación, en la que cerró por encima del 50% en 2021 y que comenzó con un 3,9% en enero, los gremios advierten que los salarios deben esta en un 50% para empezar a discutir.

A pesar de que la recuperación económica es sustancial en términos estadísticos, lo concreto es que buena parte de la población todavía no bebió del "derrame". Más allá del atraso de los salarios, las principales complicaciones para los asalariados, que reclaman ir a "paritarias libres y permanentes", está a la hora de ir a comprar.

Una buena parte de los dirigentes vinculados a la Confederación General del Trabajo (CGT) plantean que los acuerdos paritarios deben estar en un techo mínimo del 50% y con cláusulas de revisión permanente.

El temor de los gremios es que el acuerdo del Gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI) traiga consecuencias e impacte en el bolsillo de manera indirecta. Otros gremios que responden al oficialismo no hablan de porcentajes, pero coinciden en la idea de tener acuerdos de corto plazo con revisiones permanentes.

Desde el ministerio de Trabajo, a cargo de Claudio Moroni, apuntan a tener un programa idéntico al 2021 y que parta de un porcentaje del 40% y, al igual que dicen los gremios, con reapertura de paritarias las veces que sean necesarias.

“La decisión que tenemos, no solamente como municipales sino desde la Confederación General del Trabajo, es que todos los aumentos deben estar por encima de la inflación, claramente”, le dijo Alejandro Amor a Diario Perfil. Es el secretario general adjunto de Sutecba, el gremio que representa a los empleados municipales de la Ciudad de Buenos Aires, y representante en los Congresos Generales de la CGT.

Gremios ponen piso a las paritarias y dicen que tienen que empezar en un 50%

Mencionó, además, que su sindicato busca concretar un alza de haberes para el primer trimestre del 12% “como mínimo, porque las proyecciones que se dan son muy claras”. Y comentó que Sutecba apunta “a un modelo mucho más sensato, de paritarias abiertas, de carácter permanente, y revisión constante de todas las variables, obviamente que la inflación es una de ellas”, sostuvo el representante sindical que, a su vez, es legislador porteño del Frente de Todos.

Según María Laura Torre, secretaria general adjunta del sindicato, la pauta que más se ajusta a las necesidades es la de 2021: “El año pasado tuvimos una paritaria corta con reaperturas. Nosotros planteamos que ese es un buen escenario, con un monitoreo bimestral”.

En ese marco, algunos gremios y cerraron acuerdos no tan prometedores. Uno de ellos es el sindicato de Smata, que tiene a Ricardo Pignanelli como secretario general. El entendimiento es de una suba de salarios del 12,1% para el primer trimestre de este 2022, que le permite “ir atrás de la inflación”, como mencionó el referente gremial.

“Nosotros el costo de vida de octubre, noviembre y diciembre lo vemos a partir del 1° de enero; el de enero, febrero y marzo a partir del 1° de abril; y así sucesivamente. Eso me costó hacérselo entender a los muchachos que tenía cerca; yo les decía que nosotros no podemos adivinar la inflación porque la estaríamos provocando, entonces tenemos que ir atrás de la inflación y lo más corto posible. Perón lo hizo cuatrimestral, nosotros lo hicimos trimestral, pero ojalá que algún día lo podamos hacer semestral”, aseveró.

La UOM se encuentra en la misma sintonía: está a favor de pactos cada tres meses, con negociaciones abiertas con los empresarios bajo el objetivo de que “los sueldos superen incluso por algunos puntos a la inflación”.

Mientras que Hugo “Cachorro” Godoy, secretario general de ATE y de la CTA Autónoma, pidió ante BAE que el esquema 2021 se mantenga: “Eso permitió alcanzar el objetivo de estar por encima de la inflación. Algo que se verificó para los trabajadores estatales, pero también en la mayoría de los convenios. Creemos que se tiene que dar lo mismo para la negociación de paritarias 2022/2023. Ahora consideramos que debe existir una diferencia sustantiva. Recuperar lo perdido en los cuatro años del macrismo y también en el primer año de gestión de Alberto Fernández”.