Equilibra apuntó a que si el Gobierno decide optar por la estrategia de aceleración del crawling-peg (devaluaciones parciales), tal cual lo adelantó ayer el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, deberá subir la tasa de interés para que a los agentes económicos no les convenga endeudarse en pesos para posponer exportaciones y/o adelantar importaciones, y a su vez, para incentivar la demanda de pesos.

Llevar la tasa ponderada que reciben los bancos hasta el 50%  desde el 45,3% anual que cobran hoy “implicaría un costo cuasi-fiscal de $ 300.000 millones”.

Pesce afirmó ayer en la 27ma Conferencia Industrial realizada por la UIA que “en la medida que lo permita el proceso inflacionario vamos a cambiar el paso devaluatorio que hemos tenido hasta ahora. Tenemos que poner en una balanza por un lado el tipo de cambiario competitivo y del otro lado el nivel inflacionario”.

Además, la consultora que dirigen Miguel Bossio y Martín Rapetti apuntó a que durante noviembre el BCRA vendió en el mercado oficial por US$ 889 millones y otros US$ 317 millones en el mercado de bonos, por lo que las ventas totales sumaron US$ 1.205 millones, cifra similar a la de septiembre.

Para proteger los US$ 4.350 millones de reservas netas que le han quedado, “el BCRA frenó su intervención en el mercado de bonos, flexibilizó la compra de dólares para el pago de importaciones de bienes de capital, prohibió la financiación en cuotas de viajes y gastos en el exterior, y permitió que el sistema financiero vuelva a una posición cambiaria neutra de contado en moneda extranjera”.

Esto “fake-news mediante, generó que los depósitos privados cayeran más de US$ 600 millones en los primeros tres días de esta semana”, destacó.

La casa de estudios destacó que “todos los depósitos en dólares cuentan con activos en la misma moneda que los respaldan, y casi la totalidad de ese respaldo está líquido”, por lo que desalentó cualquier pérdida de divisas por parte de los ahorristas.