El Gobierno realizará esta tarde un acto masivo por el  38° aniversario del retorno a la democracia y los dos años de gestión de Alberto Fernández. Desde el punto de vista económico, el acto funcionará como un “relanzamiento” de la gestión en lo que esperan sean dos años mejores que los signados por la pandemia. El desafío más cercano a resolver es el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por la deuda de US$ 45.000 millones.

Aún con sus diferencias internas, que por estas horas no son tan fuertes como luego de la derrota de las PASO pero existen, el Frente de Todos (FdT) se apresta a ganar de nuevo “la calle. Esta vez, los máximos referentes dentro de la coalición llamaron a marchar: el caso más representativo será el de la Cámpora bajo la consigna que lanzó Máximo Kirchner quien convocó a “reventar la plaza”.

Sin duda el evento evocará a los que tenían lugar para estas fechas durante los gobiernos kirchneristas, en donde la figura central era Cristina Kirchner con su discurso de cierre frente a la militancia. Sin embargo, esta vez habrá tres discursos que tendrán lugar desde las 19 : el primero en tomar la palabra será el expresidente de Brasil Lula Da Silva, seguirá la vicepresidenta y cerrará Alberto Fernández.

En ese marco, se busca que el acto tenga también un tono “festivo”. En un escenario montado dentro de los límites de la Casa Rosada pasarán, desde las 15, artistas como los Súper Ratones, Bárbara Recanati, Massacre, Peteco Carabajal, Teresa Parodi, Víctor Heredia, Francisco El Hombre, Orkesta Popular San Bomba y Ráfaga, entre otros.

Los discursos de la vicepresidenta y del Presidente se llevarán toda la atención de la jornada. En el caso de Cristina, sus últimas apariciones públicas fueron la carta con la que se quejó de la gestión económica luego de la derrota de las PASO y la última en la que sostuvo que Alberto Fernández “tiene la lapicera” para decidir cómo encarar las negociaciones con el FMI.

En ese tono fueron las declaraciones que hizo el Presidente en una entrevista al ser consultado sobre su relación política con la vicepresidenta. “Con Cristina Kirchner en muchas cosas no pensamos igual pero el que decide finalmente soy yo”, remarcó.

Para el Gobierno el acto será el final del “primer tiempo” de gestión que estuvo signada por la pandemia y la gestión sanitaria. Un deterioro en la situación económica, que ya venía golpeada, es la principal causa que le encuentran desde el oficialismo a la derrota legislativa que querrán revertir de cara a 2023.

Desde el próximo lunes todos los cañones apuntarán a aprobar el Presupuesto 2022 y a cerrar lo antes posible un acuerdo con el FMI por la deuda tomada entre 2018 y 2019. El ministro de Economía, Martín Guzmán, sostuvo hace poco que este es el “principal escollo” que está atravesando la economía para que su reactivación sea sostenida.

La recuperación de este año estará muy cerca del 10% y supondrá reponer casi todo lo perdido en 2020 (-9,9). El oficialismo se imagina un 2022 en donde esa situación se mantenga, aunque el mercado desconfía y la principal incertidumbre viene por el lado de cómo será el acuerdo con el organismo multilateral de crédito.

Sin duda, el Fondo buscará que nuestro país realice recortes del gasto y una prudencia fiscal con el objetivo de que Argentina genere condiciones de repago para sus compromisos. Sin embargo, desde el Gobierno buscan un acuerdo que no implique un ajuste, o por lo menos que este sea lo más “discreto” posible.

De plano, el Presupuesto enviado al Congreso por el ministro de Economía no contempla pagos de capital al organismo multilateral de crédito. Para 2022 y 2023, de no llegar a un entendimiento, nuestro país debería pagar poco más de US$ 19.000 millones por año

Lo cierto es que las negociaciones se dan “contrarreloj” debido a la falta de divisas para afrontar vencimientos. La incertidumbre generó en los últimos meses, con mayor magnitud cerca de las elecciones, ruidos en los mercados con subas en los tipos de cambio paralelos.

Un informe de ACM destacó que las reservas netas del BCRA medidas bajo la metodología del FMI cerraron noviembre en torno a los US$ 4.637 millones, mientras que los vencimientos en moneda extranjera hasta el 22 de marzo de 2022 (inclusive) totalizan US$ 6.761 millones.

También aclararon que para el 31 de marzo caería el vencimiento con el Club de París por US$ 2.000 millones. En este sentido, el trabajo afirmó que en el escenario más optimista “se llegaría al vencimiento del 22 de marzo sin reservas netas suficientes para hacer frente al desembolso (aún incluyendo el Oro)”.

Otro punto central será buscar una solución al aumento de los precios, sobre todo de alimentos, ya que esta variable deprime los salarios y la capacidad de reactivar el consumo, que es el 80% del PIB. Las proyecciones de inflación la ubican en 50% para 2021. “Indicamos la centralidad de que se preserve el poder de compra del salario como herramienta fundamental para impulsar el consumo del mercado interno y terminar de consolidar la recuperación en el cierre de 2021 y arranque del año próximo”, afirmó en su último estudio la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo (FIDE).

En esa línea, el Gobierno viene ensayando medidas que apuntan a contener los precios de cara a las Fiestas. Ayer se anunció el sostenimiento, con cierta flexibilización, de los cupos a la exportación de carne vacuna y una canasta de 4 cortes a “precios populares” que estarán vigentes en la última semana del año. Esa medida se suma a los congelamientos que aplicó la Secretaría de Comercio Interior sobre 1.400 productos de consumo masivo. Finalmente, el Gobierno confirmó ayer un bono para jubilados y jubiladas antes de Navidad.