El presidente Alberto Fernández cerrará este viernes el 57° Coloquio IDEA, en medio de las críticas de los empresarios por el congelamiento de precios y dificultades para importar insumos, y los reclamos de estabilidad macroeconómica para promover el desarrollo y el empleo.

Recién a última hora del miércoles, cuando comenzó el Coloquio, desde Presidencia se confirmó la participación de Fernández, quien había sido invitado con anterioridad.

Será la primera vez que un mandatario de origen "kirchnerista" participe de modo presencial en el encuentro anual que realiza el Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA), ya que ni Néstor ni Cristina Kirchner lo hicieron durante sus respectivos mandatos, y Fernández estuvo en la edición 2020, pero de modo virtual, debido a la pandemia.

El presidente ya recibió esta semana a un grupo de empresarios a quienes les explicó los avances en las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y las iniciativas que contempla el proyecto de Ley de Presupuesto para el año próximo. Por el Gobierno, participaron el ministro de Economía, Martín Guzmán, y su par de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas.

El Coloquio comenzó el miércoles en el Centro Costa Salguero, en la Ciudad de Buenos Aires, en lugar de Mar del Plata, donde se realizó los últimos 20 años, y en medio de estrictas medidas sanitarias.

En la apertura la presidenta del Coloquio, Paula Altavilla, afirmó que Argentina necesita "más empresas, generar un entorno de previsibilidad macroeconómica y regulatorio con reglas claras que se mantengan en el tiempo, y reemplazar las restricciones por incentivos".

En ese marco, indicó que "debemos dejar de hablar de pasado para pensar en el futuro. Ahorremos la lista de culpables y asumamos nuestro rol de responsables. Debemos abandonar la nostalgia de lo que pudimos ser y proyectar lo que sí podemos hacer".

En otro tramo del encuentro, IDEA presentó formalmente un proyecto de ley de empleo que impulsará para su tratamiento en el Congreso, con el que busca ajustar la norma "a las nuevas necesidades" que tiene el mercado de trabajo.

La iniciativa, presentada por el economista Santiago Bultat, apunta "sin cambiar los regímenes vigentes" a la creación de una nueva legislación que "contemple bonificaciones temporales en cargas patronales privilegiando al empleo joven, un nuevo esquema temporal para desvinculaciones que preserve las indemnizaciones y de certidumbre al costo del cese de la relación laboral".

Además, se busca "avanzar hacia la federalización del Servicio de Conciliación Laboral Obligatoria, la reforma del régimen de multas laborales que desincentive la industria del juicio y la modernización de los convenios colectivos de trabajo para promover mejoras en la productividad", como ocurrió en el sector petrolero y automotriz.

Por último, propone "reformar el monotributo" para evitar la sub facturación de quienes no quieren "saltar" a la categoría de "autónomos", y "la formalización de los trabajadores de la economía popular mediante el reconocimiento de sus actividades".