El ex secretario de Energía, Emilio Apud, apuntó que la renuncia de Guillermo Nielsen de YPF “estaba cantada” y que ahora la empresa estatal servirá para congelar el precio de los combustibles para evitar la inflación y ganar las elecciones.

Tras la renuncia de Nielsen  “sospecho que YPF se transformará en un tercer ente regulador”, junto al Enre y el Enargas, dijo Apud en declaraciones al programa Cada mañana, por Radio Mitre. 

“Al tener el 75% del mercado de combustible (la empresa) podrá decir cuándo baja, cuándo sube y cuándo congela”, el precio de los combustibles “en un año electoral. Van a mantener un congelamiento para ganar las simpatías a la hora del voto”, aseguró el ex funcionario del gobierno de Mauricio Macri.

Consideró que la situación de YPF “va más allá del tema del cambio que estaba cantado. Es como si Nielsen nunca hubiera asumido. Cuando mostró su idea para el desarrollo de Vaca Muerta, nombraron un CEO por el kirchnerismo (Sergio Afronti) que comenzó a tomar todas las decisiones”.

Para Apud, desde el Gobierno “lo que menos interesa es la salud de YPF sino controlar los precios”.

Explicó que la deuda de unos US$ 8.000 millones que llegó a tener la empresa “se contrajo cuando se estatizó en el 2012. El entonces presidente Miguel Galuccio, contrajo esa deuda para incentivar la producción de Vaca Muerta con métodos que ya se habían dejado de utilizar”.

“Fueron inversiones un poco atolondradas para justificar la estatización”, dijo Apud quien detalló que durante el gobierno de Mauricio Macri,  “ya había una deuda de US$ 8.000 M que no era muy grande, pero sí que te resta posibilidades de tomar nuevos créditos”. 

Ahora, a partir de que el Banco Central solo permite pagar una parte de la deuda y refinanciar todo el resto “es algo que el 25% de los acreedores parece no aceptar”.

Según trascendió el comité de acreedores rechazó la propuesta de solo recibir un pago de US$ 400 millones y no abonar intereses por los próximos tres años.

Sin embargo, este cambio en la conducción “y la posibilidad de que podamos entrar el default, no va a afectar lo que nos va a pasar en el invierno”, advirtió Apud para quien “el Plan Gas llega tarde, y no va a ser fácil importar” para enfrentar los meses de más crudo invierno. 

Aseguró que el precio del gas licuado que se piensa importar “subió muchísimo, llega a US$ 20 el millón de BTU contra el cálculo (oficial) de 2 o 3 dólares que era lo que estaba en el pico de la pandemia, y además  Bolivia nos va a exportar un 60% menos”, anticipó el ex funcionario.