Brasil permite el ingreso de trigo fuera del bloque, Argentina disputa con Paraguay la carga de los buques, y Uruguay busca nuevos socios comerciales. El Mercosur cumplirá 30 años a fines de marzo y las tensiones entre Argentina y los otros tres miembros hacen suponer que la integración comenzará a agrietarse. 

El economista Pablo Lavigne, ex Secretario de Comercio Exterior, e integrante de la consultora Acebeb traza un panorama tan sencillo como brusco de por qué Argentina viene a los tropiezos con Brasil, Uruguay y Paraguay. Dice que “la idea general es que los países tienden a integrarse al mundo, eso alienta a ser más competitivos y más eficaces, algo de lo que hablaba el capitalismo en el siglo XIX. Argentina no cree en eso. Cree en un 'mercado-internismo',  entonces por definición queda más alejado de los otros socios”. 

Brasil tiene una agenda muy ambiciosa de integración al mundo, Uruguay la tiene desde hace rato, y Paraguay lo mismo. Pero Argentina quedó más rezagada. Los tres socios del Mercosur tienen otra agenda que Argentina en su integración al mundo. 

Data Clave: ¿Es política de Argentina o el gobierno de Alberto Fernández? 

Pablo Lavigne: Con (Mauricio) Macri se cerró el acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur, que creo que lo van a terminar firmando todos nuestros socios porque es buen acuerdo, pero tenías también otros bilaterales, con Corea, con India, etc. El problema de Argentina es que, sin hacer juicio de valor, integrarse es ir contra sectores que históricamente fueron protegidos en el país, por ejemplo, los textiles. No les conviene tanto, no digo que esté bien o mal, pero no les conviene. 

DC: Brasil adoptó algunas medidas que quiebran la exclusividad del Mercosur, y en especial de Argentina, como permitir la importación de trigo de otras naciones y que buques de terceros países comercien. ¿Cómo se toma esto? 

PL: No va ser dicho, pero eso es una respuesta a las trabas que impuso Argentina, de textil, de calzados. Esto debe analizarse en el marco en el cual Argentina traba el ingreso de muchas importaciones, a partir de la aplicación de licencias no automáticas, y dentro de ellas, están las brasileñas. El Mercosur siempre estuvo lleno de deficiencias, con trabas internas, no como la Unión Europea, donde es muy difícil que Francia le trabe, por ejemplo, una importación a España. ¡Si a un funcionario se le ocurre, en el Mercosur, te traba una importación! 

DC: ¿En qué se puede entonces integrar Argentina, además de trigo, autopartes y camionetas, con Brasil? 

PL: Brasil es nuestro principal socio comercial, con lo cual vos tenés una relación muy importante. Es un mercado de 210 millones de personas. Lo que podría lograr Argentina es una integración más eficiente. Por ejemplo, si Vaca Muerta comienza a producir, nuestro país podría tener una petroquímica, incluso más grande que la de Brasil, porque el gas sería mucho más barato, para producto plásticos y químicos. Las economías se van especializando y van ganando escala. En ese marco, Ford dejó de producir autos en Brasil, país que se está especializando en cierto tipo de autos, mientras que Argentina lo hace en camionetas. ¿La pregunta es si Argentina quiere integrarse? Y para eso deberá especializarse. Brasil está dejando atrás, desde hace varios años, de ser una economía cerrada. 

DC: En esta integración, ¿qué pasa con la mano de obra que deja la industria que es desplazada?. 

PL: ¡Ese es un argumento válido! Lo que uno ve es que el resto de los sectores absorben empleos. Por ejemplo, en el 2017, un año en el que hubo una apertura indiscriminada, el empleo creció. El trabajo textil cayó muy poco, algo más lo hizo el del calzado, pero creció la construcción, el comercio y otros rubros. En un proceso de integración vos tenés un problema sectorial y geográfico, pero no un problema general de empleo. Tampoco es que perdés empleo de calidad. En el sector textil, calzado y alguno más, que pueden ser los afectados, vos tenés empleo de regular calidad, con el 70% en la informalidad. La discusión es que nadie quiere aguantarse las transiciones y el empleo ese está en provincias particulares y en ciertos sectores del conurbano bonaerense, porque todas estas industrias se localizan cerca de los lugares de consumo, y no para producir a nivel internacional, y eso genera un problema político – geográfico. El tema es cómo lográs ese puente para la reconversión. Si vos tenés tres años de crecimiento, no hay problema, pero en Argentina habrá que remontarse en el tiempo para encontrar un período "tan largo" de crecimiento.