No hubo Carnaval en Rio, pero en el Palacio de Hacienda el ministro de Economía, Martín Guzmán tomó como un respiro las proyecciones del Consenso de Mercado que elabora el Banco Central de Brasil: este año, el PBI de ese país crecerá al menos un 3,5% . 

El dato no es menor. Brasil es el principal socio comercial de Argentina ya que compra por casi US$ 8.000 millones y exporta por US$ 8.700 millones, a cifras del 2020, y las perspectivas de su crecimiento hacen que deje de enviar excedentes y comience a compras más bienes industriales, según destacaron diversas consultoras. 

Esta buena perspectiva se suma a la de los precios internacionales del trigo, el maíz y la soja, cuyas ventas harían que ingresen al país US$ 33.900 millones, unos US$ 8.600 millones más que en el 2020, según estimaciones privadas. 

Desde la consultora Ecolatina destacaron que aunque no se espera que Brasil recupere de inmediato su economía los niveles pre-pandemia “sí habría una recuperación de buena parte del terreno cedido en 2020, que nuestro país debería aprovechar”. 

“Mejor aún, la industria brasileña experimentaría una expansión de 4,2%, pudiendo incrementar la demanda de nuestras exportaciones manufactureras. Algunos de los productos argentinos que podrían beneficiarse son pick-ups, utilitarios, autos, autopartes, plásticos, colectivos y motores”, destacó la consultora en un documento de trabajo.  

Todos estos bienes tienen un fuerte vínculo con el complejo automotriz, “que genera un importante volumen de empleo privado registrado, puestos de trabajo que se ubican entre los de mayor calidad”.  

Desde la consultora Economía y Sociedad, la economista Claudia Murieda señala que “Brasil es nuestro socio estratégico por sobre China, porque a ellos le podemos vender manufacturas industriales, algo con lo que no podemos competir” con el gigante asiático. 

“No es solo que le vamos a vender más camionetas, implementos para el agro o autopartes. El crecimiento de la demanda de 210 millones de brasileños hace que se reduzcan sus excedentes, por lo que el Gobierno no tendrá que imponer trabas a esas importaciones, como lo viene haciendo hasta ahora”, dijo Murieda a Data Clave. 

El economista Pablo Lavigne, ex Secretario de Comercio Exterior, e integrante de la consultora Acebeb , dijo también que las últimas restricciones que impuso Brasil al comercio con Argentina, son en respuesta a las Licencias no automáticas que impuso el gobierno de Alberto Fernández. 

“No va ser dicho, pero eso es una respuesta a las trabas que impuso Argentina, de textil, de calzados. Esto debe analizarse en el marco en el cual Argentina traba el ingreso de muchas importaciones, a partir de la aplicación de licencias no automáticas, y dentro de ellas, están las brasileñas”, dijo Lavigne a Data Clave. 

Más allá de las disputas comerciales, lo cierto es que la reacción de la economía brasileña se suma al excelente comienzo que el 2021 ha sido en materia de precios internacionales para los granos. 

“Los valores se ubican en los niveles más altos de los últimos siete años (en dólares corrientes), dominados por un ciclo alcista cuya profundidad y duración resulta difícil de determinar, dado que los fundamentos de mercado están repartidos”, destacó un informe del IERAL . 

La casa de estudios de la Fundación Mediterránea consideró que “en un escenario de base” en tanto volúmenes y precios de los granos y sus derivados, las exportaciones llegarán a US$ 33.900 millones, un 34% por encima del 2020, o medido de otra manera, US$ 8.600 millones adicionales. 

El Ieral reconoce que existen también cálculos “más expansivos”, aquellos que suponen ya sea mayores saldos exportables, por mayor producción y/o mayores precios internacionales, en los que el aporte de divisas adicional al 2020 de US$ 10.000 millones, pero también “hay otros donde sucede lo contrario”, y el excedente se reduce a US$ 5.000 millones, sobre el año pasado.