El ministerio de Economía destacó el hecho de que las naciones que integran el G-20 felicitarán al Fondo Monetario Internacional (FMI) por su decisión de analizar la sobre tasa que ese organismo le cobra a los países, como Argentina, que contrajeron deuda, mas allá del monto estipulado, y la creación de un “fondo de resiliencia”.

La cartera que dirige Martín Guzmán, también destacó la decisión del G-20 para que se analice la posibilidad de que aquellos países que recibieron este año, por la pandemia, dinero adicional del FMI y no lo utilizaron, se lo puedan prestar o transferir a otras naciones.

“Agradecemos al FMI su actualización sobre la política de sobrecargos y esperamos con interés seguir debatiendo en el Directorio Ejecutivo del FMI en contexto de la revisión interina de los saldos precautorios”, destacó el comunicado del G-20, reproducido por Hacienda.

Esta noticia se conoció dos días después de que una agencia internacional, citando fuentes privadas, asegurara que el FMI había rechazado la posibilidad de reducir los sobre cargos que se le cobran a las naciones que se excedieron en el monto de crédito a tomar del organismo.

El G 20 también destacó el aporte de capital por US$ 600.000 millones que realizaron los países desarrollados al Fondo, de los cuales unos US$ 4.400 millones le tocaron a Argentina, y en ese contexto se pueda analizar las “opciones viables” para que las naciones “con fuertes posiciones externas ´puedan canalizar voluntariamente una parte de sus DEG (la moneda del FMI) asignados, para ayudar a los países vulnerables”

Los ministro de Economía y presidente de los diversos bancos centrales de los países que integran el G-20 pidieron además al FMI “que establezca un nuevo Fondo de Resiliencia y Sostenibilidad (RST, por sus siglas en inglés) -en consonancia con su mandato- para proporcionar financiación asequible a largo plazo para ayudar a los países de bajos ingresos, a los pequeños Estados en desarrollo y a los países vulnerables de ingresos medios a reducir riesgos futuros para la estabilidad de la balanza de pagos, incluidos aquellos derivados de las pandemias y el cambio climático”.