Las consultoras privadas estimaron que la inflación de febrero habría alcanzado el 3,5%, contra el 4 % registrada en enero, según el Relevamiento de Expectativas del Mercado que realiza el Banco Central (BCRA). Además, a fines de febrero, los analistas del mercado financiero proyectaron que la inflación minorista alcanzará 48,1% a fin de año,  por debajo del 50% que estimaban a finales de enero.

La Inflación de enero alcanzó el 4%, similar a la registrada en diciembre, que fue el nivel más elevado del 2020. El Ministerio de Economía atribuyó esa suba de diciembre a “factores estacionales”, los cuales, una vez que desaparecieran, volverían a poner a la inflación por debajo de ese nivel. Tras el número de enero, la cartera que dirige Martín Guzmán atribuyó ese aumento, principalmente, a la suba de los “denominados Regulados, entre los que se encuentran las Telecomunicaciones, cuya suba fue superior a la autorizada por el ENACOM”. Esta semana, el miércoles, el Ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas pidió a los fabricantes de alimentos que asuman compromisos para contener el precio de los insumos.

Es que si bien la inflación habría rondado el 3,5% en febrero, los alimentos habrían subido 4% en promedio, según adelantaron las mismas consultoras. El ministro Guzmán aseguró que a la inflación, “se la debe atacar de forma integral, se usan múltiples instrumentos de política económica" y se trata de "un fenómeno multicausal".

En ese sentido, ratificó que la búsqueda del equipo económico es que "la inflación se vaya reduciendo cinco puntos porcentuales, aproximadamente, año a año”, y por eso espera que este año alcance al 29% contra el 36,1% del 2020. Ese resultado “es factible macroeconómicamente y requiere complementar con políticas de precios e ingresos que son necesarias para coordinar expectativas”, dijo Guzmán.

Para la economista Diana Mondino, en la actualidad,  “la inflación aumenta porque hay más dinero en la economía pero menos producción. Congelar tarifas, algunos costos, precios cuidados, etc., sólo impone el costo dentro del sector privado”.  “El gasto público aumenta pero el sector privado debe ajustarse. La carga impositiva sobre flujos y stocks es muy elevada y si se pagan impuestos no se puede consumir. Todos esos elementos impiden salir de la recesión. Y ninguno ayuda a reducir la inflación, aseguró Mondino a Data Clave