Si bien es un proceso que crece en los meses previos de cada evento electoral en Argentina, la denominada dolarización de carteras pareció adelantarse este año, tal como lo evidenciaron las subas de los dólares financieros (“contado con liqui” y MEP) y del blue en los meses de abril y mayo. En junio, el poder de fuego del Banco Central, a partir de las compras récord de divisas en meses en los que los commodities marcaron récords en varios años, contuvo -por ahora- la marcha alcista de los tipos de cambio bursátiles, aunque la tendencia mostró su plenitud en el dólar paralelo que, en la última semana, pasó de $158 a $164, muy cerca de su récord de comienzos de año.

Mientras el país sigue inmerso en la segunda ola de Covid-19, aunque con indicios de que lo peor habría pasado, y con el proceso de vacunación acelerando, la campaña electoral va calentando motores cuando restan menos de tres meses para las PASO del próximo 12 de septiembre. Por ello, el BCRA busca seguir acumulando poder de fuego para prepararse a la menor oferta privada de los próximos meses, y a una mayor demanda por cobertura que anticipa que la “brecha” se pondrá a prueba, más aun teniendo en cuenta la reciente debilidad en la soja  -pasó de u$s 600 a u$s 500, lo que reduciría los ingresos de divisas a futuro-, y una eventual mayor emisión monetaria ante el previsible crecimiento del gasto preelectoral, sin que haya avances sustanciales en las negociaciones de la deuda con el Club de París-FMI.

El mercado cambiario en los próximos meses estará más ajustado, pero el BCRA tiene aún ´colchón´ para manejarlo con reservas netas y mejoró su posición de dólar futuro, aunque la reciente caída de la soja es una advertencia clara, evaluó el economista Fernando Marull, director de FMyA.

En la última semana, el contexto internacional complicó el panorama. El dólar en el mundo se fortaleció, al registrar su mejor avance semanal en más de un año, después de que la Reserva Federal de Estados Unidos sorprendiera a los inversores al advertir que subiría las tasas de interés (hoy cercanas a cero) en 2023 y terminaría su programa de compra de bonos antes de lo previsto. Remarcó que un endurecimiento más rápido de la política monetaria era una respuesta "natural" al crecimiento de la economía y, en particular, a la inflación, que avanza más rápido de lo esperado: proyecta un 3,4% en 2021.

Es por ello que, bajo el escenario local e internacional, varios ahorristas comenzaron a resguardar su capital en moneda dura (dólar ahorro, dólar MEP, dólar Blue), tomando ganancias en pesos (las acciones vienen de un rally alcista superior al 30%), para luego analizar oportunidades de inversión, con el fin de hacer “poner a trabajar” los dólares para - al menos- no perder con la inflación estadounidense.

Con plazos fijos en dólares, que pagan apenas 0,05% anual, hoy las alternativas que aparecen en el radar de los ahorristas están vinculadas a algunos Fondos Comunes de Inversión (FCI), y los bonos soberanos, provinciales y corporativos (Obligaciones Negociables), con rendimientos desde el 4% anual.

FONDOS COMUNES DE INVERSIÓN (FCI) EN DÓLARES

Para los ahorristas más conservadores con dólares ociosos, Mauro Mazza, analista en Bull Market Brokers, dijo a Data Clave que pondera los Fondos Comunes de Inversión de Obligaciones Negociables (OB) con créditos Senior.

En ese sentido, destaca el FCI “Balanz Ahorro en dólares”, que incluye deuda corporativa diversificada con sesgo en servicios públicos. “El fondo se ha concentrado en ON muy estables como Tecpetrol, Pampa Energía y Pan American Energy, y rinde alrededor del 4% anual. Es ideal para inversores muy conservadores”, remarca.

Para escapar del riesgo argentino otras opciones muy utilizadas hoy son dos fondos de Galileo, “Income” y “Event Driven”, que invierten en ON de Chile, Brasil, y en menor medida Perú. “Es lo más usado para la gente que quiere salirse del riesgo argentino, y exponerse al riesgo sudamericano”, señala Mazza. De todos modos, advierte que los últimos eventos anti mercado en Perú y Chile (inminente triunfo electoral del izquierdista, Pedro Castillo; y sendas derrotas del presidente Piñera en las urnas), junto con la incertidumbre respecto al futuro del Gobierno de Bolsonaro, le quitaron algo de atractivo a estos fondos.

La deuda que tienen estos fondos no se puede pesificar en su mayoría, porque están invertidos en dólares “contado con liqui” (o cable). O sea que en el caso extremo de que ocurriese una pesificación en Argentina el fondo desarma las posiciones de cada inversor para devolverle dólares. “En 2001, todos los bonos de Repsol se pagaron en dólar cable, o sea no hubo pesificación, ni quita de capital”, recuerda el analista de Bull Market.

Para el mismo tipo de inversor, Paula Gándara, head portfolio manager de AdCap Asset Management recomienda el fondo en dólares AdCap Renta Dólar, que “está totalmente invertido fuera de Argentina y que tiene como objetivo proteger capital con amplios niveles de liquidez”. “El fondo invierte en bonos chilenos de corto plazo y tiene un 50% de exposición a corporativos brasileños con vencimientos no mayores a 2023, en línea con las visiones optimistas sobre la economía de ese país”, señala.

OBLIGACIONES NEGOCIABLES (ON) O DEUDA CORPORATIVA

Para inversores algo más especializados y conservadores-moderados, una alternativa sugerida por los especialistas son las ON que rinden 4% anual como, por ejemplo, Arcor 2023 (6% de cupón), o Tecpetrol 2023 (7% de cupón), enfatiza Mazza.

Desde AdCap, por su parte, ven atractivo el bono de YPF con vencimiento en 2025. Consideran que “es una buena opción de ahorro en dólares hoy, ya que ofrece un interesante cupón, y está la opción de comprarlo con pesos”. “En el último mes y medio, hemos visto un rally en los bonos corporativos ley internacional. El precio de los bonos de YPF se ha recuperado a los niveles de diciembre/primera semana de enero, es decir, previo al anuncio de la reestructuración de su deuda. Si bien creemos que, frente al reciente rally, este es un momento para tomar ganancias, el bono YPF con vencimiento el 28 de julio de 2025 nos sigue pareciendo atractivo, dado que su precio ha quedado un poco atrasado frente a otros bonos”, explica Paula La Greca, analista corporativa de AdCap.

El bono de YPF tiene una lámina mínima de 1.000 nominales, presenta amortización bullet, es decir, que el capital se paga al vencimiento, y tiene un cupón del 8,5% anual que se paga semestralmente. “Creemos que es una opción para aquellas personas que tienen algunos dólares ahorrados y piensen en quedarse con el bono hasta su vencimiento”, analiza La Greca. La especialista argumenta que la petrolera va a presentar en el segundo trimestre del año resultados “considerablemente mejores que los del año pasado, que fue el más impactado por las restricciones del Covid y el derrumbe del precio del crudo”.

BONOS SOBERANOS

Por último, para aquellos inversores que sean más tolerantes al riesgo, es necesario considerar tanto los bonos soberanos, como los provinciales en dólares.

Javier Casabal, estratega de renta fija de AdCap, puntualiza que “los bonos soberanos pueden ofrecer ganancias de capital sustanciales y son una apuesta a que Argentina normalice su economía y recupere el acceso al crédito”.

En ese sentido, analistas de Delphos Investment creen que el Bonar 2038 “se posiciona como una de las opciones más atractivas en lo que concierne a deuda local en moneda extranjera, dado su alto más current yield respecto al resto en los próximos cortes de cupones”.

A diferencia de sus colegas, Mazza, por el contrario, indica que en Bull Market no están recomendando por el momento bonos soberanos en dólares “porque como está armada la estructura de deuda argentina es todo riesgo de capital, y no tiene renta en el corto plazo”.

BONOS PROVINCIALES

Actualmente, los bonos provinciales ofrecen la posibilidad de invertir en un riesgo similar, pero con un menor riesgo de duration que los bonos soberanos, lo cual “puede volverse muy relevante en un escenario de suba de tasas en Estados Unidos”, avisa Casabal. Dentro de las posibilidades de títulos subsoberanos, el analista de AdCap prefiere los bonos de aquellas provincias “con buenos números fiscales y que no tengan alto su nivel de deuda: Córdoba, Santa Fe y Mendoza”. “Estos bonos ofrecen cupones atractivos que resultan en current yields de entre 6% y 10%”, analiza.

Por último, desde Delphos Investment destacan algunos bonos subsoberanos que lucen atractivos respecto a los soberanos. En primer lugar, mencionan el bono de Mendoza 2029, “que opera a una tasa en torno al 17%, con un current yield de 4%, mientras que para 2022 dicha variable subiría a 6,5%”. Por otro lado, ponderan el bono de Río Negro 2028, “con una tasa del 20% (en línea con los soberanos), un current yield actual de 4,5% y de 8% para 2022”.