El derrumbe de las criptomonedas parece haber tocado piso luego del golpe que sufrieron en la última semana y ahora estos activos buscan estabilizarse, según la mirada de algunos analistas. Este mercado tiene impacto a nivel mundial, pero también en Argentina, ya que es uno de los países con mayor cantidad de poseedores de moneda digital.

En concreto, la combinación de la suba de tasas de interés en los Estados Unidos y el colapso de Terra, una de las diez criptomonedas de mayor capitalización, desencadenó algo que el mercado calificó como “la tormenta perfecta”. Es que la semana pasada fue para las cripto la peor en 12 meses, con un derrumbe en la cotización de Bitcoin y demás criptoactivos que llevó a que se perdieran más de US$ 500.000 en el mercado y a tocar precios mínimos desde 2020.

Las criptomonedas son activos digitales, que no tienen un respaldo físico, y pueden ser poseídos, comprados o vendidos a través de distintas plataformas o billeteras digitales. Suelen tener diversas características, como no estar reguladas por ninguna institución financiera, no necesitar de intermediarios y se usan los denominados “blockchain” para evitar su falsificación.

Sin embargo, al no tener reguladores como un banco central o entidades similares se les señala de no ser confiables, de ser volátiles, propiciar los fraudes, no tener un marco legal que respalde a sus usuarios, permitir la operación de actividades ilegales, entre otras más.

Ninguna de estas escapó a la dinámica del resto de activos de renta variable, como las acciones de empresas, que sufren desde hace meses -y esta última semana en particular- el cambio de política monetaria de la Reserva Federal (FED), que abandonó las tasas de interés del 0% y anunció una suba de hasta el 1%, con vistas a incrementarlas en los próximos meses para frenar los niveles de inflación, los más altos en 40 años.

No obstante, al viento de frente que traía el mercado financiero se agregó el pánico por la virtual desintegración de Terra, uno de los ecosistemas más importantes del mercado cripto, que incluía un token nativo (Luna) y una moneda estable o stablecoin (UST) que, juntas, tenían un valor de US$ 50.000 millones hace apenas siete días. Hoy el valor de ambas es apenas superior a los US$ 4.000 millones, según datos de Coinmarketcap.

"Lo que vimos esta semana fue una tormenta perfecta. Veníamos de dos años de crisis global por el Covid, con alta emisión monetaria y baja de tasas que confluyó en el mercado cripto y que, en mi opinión, tocó fondo esta semana", afirmó Manuel Beaudroit, CEO de Belo, una de los exchanges argentinos de mayor adopción entre los usuarios de cripto en el país.

La caída de Terra obedece, fundamentalmente, a una corrida masiva de dinero alojado en UST, cuya paridad con el dólar estaba respaldada en el valor de Luna y un mecanismo de arbitraje algorítmico entre una y otra. El mecanismo permitía que, ante una venta de UST, se vendieran Luna en el mercado para pagar ese "dólar" con nuevas Lunas, y al revés en caso contrario.

"Cuando leo sobre el 'algoritmo' de terra suena como una versión criptográfica de un esquema piramidal". Así definió el multimillonario Bill Akcman, CEO de una importante entidad financiera estadounidense, a las stablecoins tras la fuerte caída de la semana pasada.

"Lo que sucedió con Terra impacta sobre el resto del ecosistema porque se aprovecha para generar miedo e incertidumbre. Se habla de esquemas Ponzi cuando lo importante es distinguir entre aplicaciones y proyectos que puedan ir surgiendo", sostuvo por su parte Beaudroit.

En este marco, los argentinos escalaron un puesto más dentro del ranking global entre los países con más intensidad de las criptomonedas. Nuestro país superó a México entre las naciones latinoamericanas con mayor uso de monedas digitales, quedando 13 en una lista de 27, según una reciente encuesta de la consultora australiana Finder.

El primer puesto entre los países latinoamericanos fue también para Colombia, que quedó tercera en la lista general y pasó de 7,7% a 14,5% en cantidad de usuarios cripto en el último trimestre del año pasado. Solamente fue sobrepasada por Noruega y Rusia, que crecieron 3% y 2,9%. 

En cuanto a Argentina, que empató con México como la nación con el mayor porcentaje de poseedores de criptodivisas, registró un porcentaje de 15,2% entre los encuestados y se encuentra en el puesto 13. Venezuela y Brasil completaron el ranking regional en los puestos 15, 16 y 17.

Los encuestadores desagregaron la preferencia de los usuarios por ciertas criptomonedas, lo que demostró que la porción de Bitcoin en el portafolio de criptodivisas que poseen los latinoamericanos está por debajo del promedio global. Los argentinos se decantaron por portafolios diversificados, en base a una encuesta que incluyó preguntas sobre la propiedad de Ether (ETH), Dogecoin (DOGE), Solana (SOL) y Ripple (XRP).