Cuando el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), informó que la inflación de marzo había alcanzado al 4,8% el propio ministro de Economía, Martín Guzmán, salió a aclarar que esa sería “la más alta del año”. 

Ya había alcanzado el 4% en diciembre, cuando se dijo que era “por razones estacionales”, repitió esa cifra en enero, por los gastos vinculados a las vacaciones, descendió, un poco, en febrero, para llegar al 3,6%, y trepó al 4,8% en marzo, la mayor inflación desde septiembre del 2019. 

Economía confía en que la inflación de abril no repita el 4% de los últimos meses 

Con ese nivel de aumento, las luces de alerta se encendieron de inmediato. La buena recaudación tributaria de abril, con $ 817.800 millones, el doble que en igual mes del año pasado, hizo que el Tesoro prácticamente no requiriera asistencia del BCRA.  Las transferencias por este concepto ascendieron a $ 4.600 millones contra los $ 158.900 millones de marzo. 

A esta menor emisión monetaria, habrá que sumarle que los precios mayoristas subieron 3,9% en marzo, por debajo del 4,8% de la inflación minorista, y con esta variación se cortó una racha de seis meses consecutivos en que los valores que pagan las empresas tuvieron alzas por encima de lo que se paga en el mostrador. 

Con todo esto, el Indec informará el jueves cuál fue la inflación de abril que la mayoría de las consultoras estimó entre 3,5 y 4%. Por ejemplo, la consultora de Orlando Ferreres y asociados calculó que la suba promedio fue del 4%. En detalle, las subas más significativas fueron del 6,3% para Transporte y comunicaciones, 4,4% en Alimentos y bebidas; 4,2%, para Salud, y 3,7% en Indumentaria, destacó la consultora. 

Algo similar estimaron desde Ecolatina, con un 3,9% de inflación general durante abril “y con los precios de los alimentos aumentando por encima del promedio”, según explicaron. 

Por su parte, desde “Economía y Sociedad”, el economista Marcelo López le explico a Data Clave que “no hubo subas tan impactantes como en marzo, pero todos los rubros están en alza, incluso algunos como ‘restaurantes y esparcimiento’ porque esta vez, Semana Santa cayó en abril y se movió mucho el turismo”. 

Para el mes en curso, la consultora Abeceb podría haber cierta desaceleración de los precios antes de las elecciones, “por efecto de los controles y el atraso del tipo de cambio, siempre que no haya un deterioro excesivo de la recaudación y un aumento fuerte del gasto inducidos por la pandemia provocando una emisión exagerada”. 

Para mayo se espera una suba de entre el 6% y 7% de las tarifas residenciales de gas, del 9% en las de Energía Eléctrica, seguido por aumentos del 5,5% en las prepagas, del 30% en el GNC y de al menos el 5% en los combustibles. 

A esto se le debe sumar que los colegios subvencionados bonaerenses tendrán un 12,5% de aumento promedio. Además, se espera que algunas entidades ajusten más porque venían retrasadas. 

Por todo esto, la inflación promedio esperada a nivel nacional para los próximos doce meses se ubicó durante abril en 47,9%, lo que representó un aumento de 1,6 puntos porcentuales respecto a la medición de marzo, según un relevamiento realizado por la Universidad Torcuato di Tella (UTDT). 

En los últimos cuatro meses, el promedio de la inflación esperada promedio fue de 45,9%, pero hace un año, este promedio era de 35,4%.  

Con este panorama, el Gobierno espera cerrar un acuerdo con las empresas productoras de alimentos, artículos de higiene, limpieza y bebidas, para crear una canasta básica de más de 100 productos a precios congelados por seis meses, hasta las elecciones legislativas.