El Relevamiento de Expectativas del Mercado, que realiza el Banco Central, no le trajo mayor alivio al Ministro de Economía, Martín Guzmán. Los agentes de la plaza financiera calcularon que la inflación de enero rondará el 3,9%, apenas por debajo del 4% registrado en diciembre. 

Esa fue la más alta del 2020 y encendió las alarmas de que se podría generarse un nuevo “piso”, por encima del 3,5% del último trimestre, la cual tampoco es una cifra para subestimar. Pero en esa ocasión, Guzmán y su equipo se refirieron a “factores estacionales” para hablar de ese nivel de inflación, y puso entre otros los aumentos de pasajes de larga distancia y aéreos, que se ajustaron luego de la reapertura de los servicios, y a eso hubo que sumarle hoteles y restaurantes. Incluso hubo lugar para el nuevo concepto de “inflación importada” al referirse a la carne vacuna, un rubro en el que hubo “un aumento de precios internacionales que aumenta el costo de producción, lo que representa una dinámica coyuntural, no una cuestión macro”. 

Lo cierto es que el aumento en el precio de los alimentos es una preocupación para el Gobierno que esta semana habló de aumentar las retenciones para “desacoplar” los valores internos de los que se pagan en el exterior. No es para menos. La inflación del año pasado fue del 36,1%, pero el costo de los alimentos aumentó 42,1% a pesar de los programas de Precios Cuidados y Máximos. En enero, se renovaron ambos planes, y se sumó otro que ofrece diez cortes de carne vacuna a precios populares, pero que solo alcanza al 3% del consumo total. 

En medio de este panorama, Guzmán tuvo una noticia buena y una mala. La buena: consultoras como Ecolatina y Orlando Ferreres, estimaron la inflación de enero en 3,7% y 3,6% respectivamente. La mala: para la primera los precios de los alimentos y bebidas aumentaron 5,7%, para la segunda fue del 3,7%. 

Algo similar apuntan desde la consultora Eco Go para la cual la inflación habría alcanzado al 3,8% con un fuerte aumento en los precios de los alimentos, más dos subas consecutivas en los combustibles. En tanto, la Universidad Torcuato di Tella, advirtió que las expectativas de inflación crecieron en enero al 45% desde el 40% en que había registrado tanto en noviembre como en diciembre. 

De manera paralela, el Índice de Confianza del Consumidor bajó 2,8% en enero, y se ubicó 11,2% por debajo de igual mes del 2020,  según una encuesta telefónica realizada entre 1.200 participantes por la UTdT. Por las dudas, y para superar este jueves el tan temido 4%, Guzmán pospuso para la primera semana de febrero un nuevo aumento, de entre 1 y 2%, en los combustibles – el tercero en lo que va del año -  y el incremento del 3,5% para las cuotas de la medicina prepaga.