En el primer trimestre del corriente año, el total de unidades vendidas de maquinaria registró caídas interanuales que alcanzaron al 49 % en el caso de las sembradoras; del 23,4% para los implementos;  18,4 en cosechadoras, y 4,.4% para los tractores, informó este lunes el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).

Incluso la facturación por venta de maquinaria agrícola se ubicó por debajo de la inflación de marzo, que llegó al 104,8% interanual, al haber subido 77,8% en el primer trimestre respecto a igual período del 2022.

La cosecha avanza muy lenta y con magros rindes de maíz y soja. Con este marzo, el profesor del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, Dante Romano, advirtió que “el ´dólar agro aportó menos divisas de lo esperado, y entra en la última semana de vigencia del programa con compradores retirados para dedicarse a la papelería”´.

“Muchos compradores anunciaron que no participarán del mercado, para concentrarse en la liquidación de los negocios, a fin de tener toda la información que el decreto exige en orden para ser presentada el 31 de mayo”, dijo Romano a través de un comunicado.

En el caso de la soja “hay menos grano, y se esperaba que, aprovechando el plus de valor, las ventas avanzaran mucho más que el promedio”.

Sin embargo, el ingreso de divisas fue mucho menor al esperado, y  “algunos rumores indican la posibilidad de un dólar maíz, donde hay más grano por vender y el productor es ‘culturalmente’ más vendedor”, dijo Romano.

En primer lugar, “queda maíz: hay un remanente del año pasado en manos de productores de casi 4,0 millones de toneladas, con otras 10 millones a vender”, y además “el productor es más proclive a vender el maíz y guardar la soja”.

“Otros piensan que podría generarse un nuevo round para soja. De darse esto debería ser rápido porque se necesitan los dólares para pagar al FMI, y un golpe de efecto previo a las elecciones primarias de agosto”, analiza el profesor de la Universidad Austral.