La combinación de alta inflación y recesión que atraviesa el país debilita su mercado laboral, y hace más adversas la búsqueda de empleo entre los segmentos más vulnerables. 

Entre ellos están los jóvenes en edad de haber finalizado sus estudios de nivel medio, es decir, quienes por lo general transcurren entre 18 y 24 años. 

A mediados de este año, y según los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) conforman un universo de 5,3 millones personas, entre los cuales 1,4 millones, poseen empleos precarios y otros 672.000  se encuentran desocupados. 

El 13% de los jóvenes entre 18 y 24 años, no estudia, no trabaja, ni busca empleo

Esto totaliza más de 2 millones de jóvenes, un 39% de dicho grupo poblacional, con problemas de empleo.

El informe del IERAL da cuenta que  “si se analiza dicho conjunto de jóvenes se encuentra que el 52,7% de ellos posee al menos un inconveniente de inserción social, ya sea laboral o educativo”. 

Pero además existen otros 723.000 jóvenes, el 13,6%  del total “no estudian, no trabajan, ni buscan un empleo. De esta forma, más de la mitad de los jóvenes del rango etario bajo estudio se encuentran en problemas de inserción socio laboral”, advirtió la casa de estudios de la Fundación Mediterránea.

El 13% de los jóvenes entre 18 y 24 años, no estudia, no trabaja, ni busca empleo

La tasa de pobreza entre jóvenes es superior a la de la de la población total. Registrando en 2021 una incidencia de la pobreza del 49,1% en la población joven y 40,6% en la población total. 

“Esto significa que, de los 19 millones de personas sumidas en condición de pobreza monetaria, 3 millones corresponden a los jóvenes adultos de entre 18 y 24 años. Argentina ha presentado importantes problemas en la generación y sostenimiento de puestos de trabajo, dejando a gran parte de la población en situación de desempleo u ocupada de manera precaria”, advirtió el IERAL.