El Banco Central endureció esta mañana los controles a las importaciones en busca de evitar “maniobras especulativas” e impulsar el crédito comercial, luego del pedido de Cristina Kirchner para frenar el “festival” en el comercio exterior y de que se ratificara la necesidad de acumular reservas para cumplir con el FMI. Las medidas tendrán vigencia durante el trimestre que comienza en julio, ya que el Gobierno considera que en ese lapso tendrá más escasez de dólares para responder y que habrá un alivio hacia el final del año.

"Nosotros esperamos que esto tenga un impacto en el orden de los US$ 1.000 millones. Eso nos permitiría mejorar la balanza cambiaria y aumentar la posibilidad de acumular reservas”, puntualizó el presidente del BCRA, Miguel Pesce, en declaraciones radiales.

El directorio de la autoridad monetaria, a través de la comunicación “A” 7.532, sostuvo que la decisión responde a las necesidades extraordinarias de divisas para atender la importación de energía, que sólo en mayo implicó una erogación de US$ 1.601 millones, 226,7% más que en el mismo mes del año pasado por el impacto de la guerra en Ucrania en los precios. “El objetivo es sostener el crecimiento económico y el desarrollo de las pymes evitando maniobras especulativas sobre las importaciones”

En detalle, las medidas extienden el sistema de financiación de importaciones a las realizadas bajo Licencia No Automática y a la importación de servicios y tendrán vigencia por un trimestre, “para dar tiempo a la normalización del comercio exterior”

“La lógica es una priorización del uso de las divisas para fortalecer la acumulación de reservas y aquello que no es prioritario. Esto más que control de importaciones es ver a quién le doy acceso directo”, afirmó una fuente oficial.

En ese sentido, el BCRA explicó que las pequeñas y medianas empresas quedan exceptuadas de las exigencias vigentes de financiar sus importaciones por un incremento de 15% respecto al año anterior, con un límite de hasta un millón. El ministro de Desarrollo Productivo, Daniel Scioli, venía solicitando que no haya topes estrictos para las pymes. “Hay más divisas para las pymes, y el resto que se importe lo que sea con crédito”, explicaba una fuente oficial.

En el nuevo esquema de pagos, las SIMI A mantendrán el acceso al mercado de cambios por el equivalente al promedio mensual de importaciones de 2021 más 5% o de 2020 más 70%. Por su parte, las SIMI B correspondientes a las Licencias No Automáticas podrán acceder al mercado a partir de 180 días del despacho a plaza

“También se dispuso en coordinación con el Ministerio de Desarrollo Productivo ampliar las posiciones arancelarias de bienes equivalentes a los producidos en el país que tendrán acceso al mercado a partir de 180 días y la de bienes suntuarios que podrán acceder a partir de los 360 días”, explicó la autoridad. 

En cuanto a las importaciones de servicios, se equiparan en el tratamiento a la de bienes, permitiendo el acceso al mercado por el mismo monto que en 2021 y en caso de superar el importe el saldo a 180 días. “De esta manera, se impulsa la recuperación del crédito comercial que Argentina vio caer significativamente como efecto de la pandemia por Covid 19”, consideró el BCRA. 

En cuanto a las importaciones de bienes de capital, se estableció una regla que permite pagar 80% en puerto de origen y 20% con la nacionalización. Este era uno de los pedidos de las empresas, ya que los proveedores reclamaban pagos por adelantado para enviar los productos a la Argentina.

Complementariamente, “se facilitará la prefinanciación de exportaciones lo cual acelerará el ingreso de divisas especialmente del complejo cerealero, pasando la obligación de liquidar las divisas que se ingresen de 5 a 15 días, y la financiación a largo plazo para precancelar deudas locales en moneda extranjera”, concluyó el BCRA.