Las primeras dos jornadas de mayo le dieron un descanso al Banco Central. En medio del aluvión de ventas de granos y a mejores precios, logró comprar US$ 240 millones para engrosas su reservas y cumplir con lo pactado con el Fondo Monetario Internacional.

El desempeño parece menor, pero durante el primer trimestre del año, con precios récord para las exportaciones, el complejo agro-ganadero aportó casi US$ 8.000 millones de liquidación de divisas al BCRA. 

A pesar de ello, la autoridad monetaria vendió divisas en el mercado local. Tampoco durante abril pudo hacer compras importantes, lo cual puso en duda la meta de acumulación de reservas netas incluida en el Acuerdo de Facilidades Extendidas firmado hace pocas semanas, había advertido FIEL a través de un informe.

Es que solo en el primer trimestre el superávit comercial se redujo de US$ 2.500 millones en el 2021 a US$ 1.400 millones este año. La facturación por exportaciones aumentó 25% a US$ 19.352 millones pero las importaciones crecieron casi 40% a US$ 17958 millones, a pesar de las trabas que impone el Banco Central a las compras al exterior.

“En estos primeros días de mayo parece combinarse tres movimientos. El primero, el lógico mayor liquidación de divisas por parte de los exportadores debido a los mejores precios de las materias primas”, explicó Julián Cuenca, de la consultora “Economía y Sociedad” a Data Clave.

“A esto hay que sumarle una aceleración en el ritmo de devaluación del peso, no al nivel que quiere el FMI, pero es más veloz que en marzo y abril, y la decisión del Banco Central de 'pisar las importaciones', a pesar de que eso implique una retracción en el nivel de actividad económica”, dijo Cuenca.

Este aumento de reservas a expensas de una menor compra de insumos por parte de las empresas, fue tomado por la consultora Equilibra, que apuntó que “cumplir con la meta de acumulación implicaría un crecimiento nulo en el promedio del año. Si la meta se flexibiliza en US$ 2.000 millones, la economía podría crecer 1%” adicional.

En este maco “vemos tres desenlaces posibles en torno al cumplimiento de la meta de reservas netas este año: 1) un waiver (dispensa de parte del FMI) que le permita al Central acumular menos reservas netas y a la economía crecer modestamente; 2) un freno a las importaciones, que derivaría en una mayor inflación y menor actividad; 3) una devaluación que reduzca las importaciones y el nivel de actividad”.