El Banco Central (BCRA) dispuso flexibilizar las condiciones de acceso automático al mercado cambiario para las importaciones de bienes de capital con pagos anticipados de hasta 270 días, para todos los bienes con valores de hasta un millón de dólares.

“Esto facilitará especialmente el acceso de diversas PyMEs a bienes de capital que permitirán aumentar su producción y eficiencia”, destacó la entidad monetaria a través de un comunicado.

La medida se tomó luego de que las importaciones se redujeran fuertemente en septiembre y octubre, ante la pérdida de dólares del Banco Central.

Lo cierto es que desde marzo y hasta agosto inclusive, las importaciones venían creciendo a un ritmo superior al 60% interanual, (llegó al 79% en junio) retrocedieron al 42 % en septiembre y cayeron al 31% en octubre.

En octubre, Renault informó que dejará de vender su modelo Kwid en Argentina debido a “problemas de disponibilidad generados por las restricciones a las importaciones y con el objetivo de potenciar los vehículos de fabricación nacional”.

El Kwid era el modelo más económico de la marca francesa y uno de los más vendidos, aunque en los últimos meses había comenzado a caer en el ranking de patentamientos ante la falta de disponibilidad de unidades.

En el campo, “entre el 15 al 20 % de las cosechadoras se encuentran paradas por la falta de cubiertas y repuesto mecánicos”, explicó a Data Clave el presidente de la Federación Argentina de Contratistas de Máquinas Agrícolas (FACMA), Jorge Scoppa.

“Los precios están en dólares, pero no al oficial, porque la gente no sabe cuánto va a pagar cuando tenga que reponer el capital”, dijo Scoppa.

Advirtió que “el precio del fertilizante se ha triplicado. No abunda el nitrógeno y la urea. Pero una cosa es que el precio se haya ido por las nubes y otra cosa es que no se consiga. Eso pone en riesgo la cosecha de maíz de segunda, que requiere de mucho nitrógeno”.