Mientras el Ejecutivo busca acelerar las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), este postergó la revisión de uno de los reclamos más férreos del Gobierno a nivel internacional. Se trata de los sobrecargos que pagan los países deudores que recibieron créditos excepcionales muy superiores a lo que les corresponde por la cuota que aportan como socios del organismo, como es el caso de Argentina.

En concreto, nuestro país deberá seguir pagando más de US$ 900 millones por año sobre el capital total de la deuda (US$ 44.000 millones) y los intereses que se pactaron en 2018 bajo el Gobierno de Mauricio Macri. El reclamo había sido llevado a la última cumbre del G20 que se celebró en Roma y fue apoyado por los países del grupo en el comunicado final conjunto de la gira. 

“Nuestros Ministros de Finanzas esperan seguir examinando la política de sobrecarga en el Directorio del FMI en el contexto de la revisión provisional de los saldos precautorios”, consignaba el comunicado final de aquella cumbre. En el Ministerio de Economía confían en que la discusión no está saldada y será analizado en un futuro cercano.

Para aplicar los sobrecargos, el organismo multilateral de crédito se basa en el monto prestado respecto a la cuota del país deudor y los plazos de los programas hasta su devolución. Si el crédito adeudado supera el 187% de la cuota asignada a cada Nación, los sobrecargos son de 200 puntos básicos por encima de lo ya acordado por pago de intereses. Si se trata de sobrecargos por tiempo, el adicional implica 100 puntos básicos cuando el pago pendiente tarda entre 36 y 51 meses. El monto de US$ 900 millones deviene de que Argentina deberá pagar por ambos criterios.

El Gobierno había salido al plano internacional con dos reclamos puntuales: Que el Fondo revisara sus sobrecargos y que reviera los plazos de sus créditos, ya que el plazo máximo es a 10 años y la intención oficial era llevarlo a 20 años. Hasta el momento, no hubo un saldo favorable sobre estos dos puntos ni un apoyo sustancial de los países determinantes.

Si bien el Ministro de Economía, Martín Guzmán, logró el apoyo de países como México, Italia y España en esos puntos, las definiciones las toma puntualmente Estados Unidos. El país del norte, junto a Japón y Alemania, no estaría de acuerdo con revisar las condiciones del FMI para sus préstamos.

En ese sentido, la agencia Bloomberg había anticipado en octubre que el board del Fondo había rechazado la suspensión de los sobrecargos en una reunión informal. Desde el Ministerio de Economía salieron rápidamente a desmentir esa versión en aquel momento.

Ayer, Guzmán defendió el Presupuesto 2022 en la comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara baja. La intención oficial es que el proyecto tenga media sanción en Diputados el jueves para ser tratado y votado en el Senado antes de que finalice el año. Ese sería el paso previo a la presentación del “Plan Plurianual” que tendría los principales entendimientos con el FMI y que el organismo solicitó deberá tener un amplio respaldo político.

Argentina deberá tener un acuerdo firmado antes de marzo, momento hasta el que se puede cumplir mediante las reservas netas con los compromisos de deuda. Luego de esa fecha, no hay posibilidades de pago algunos. El cronograma de pagos para 2022 es de US$ 19.100 millones, algo que Guzmán señaló ayer como “impensable” de cumplir.