El Gobierno aceleró fuerte el ajuste del gasto en octubre, con una caída del 13% en términos reales que es la más alta del año. La intención oficial es llegar a la meta de un déficit primario del 2,5% del PBI a fin de año pactada con el FMI, para lo que le queda un margen de $790.000 millones durante noviembre-diciembre que es el período más exigente para las erogaciones del Sector Público. Mientras, el Ministerio de Economía busca flexibilizar las metas del organismo para 2023 y presiona con los “costos de la guerra”.

La Secretaría de Hacienda informó que el mes pasado el déficit primario escaló a los $129.122 millones, sin considerar los ingresos por rentas de la propiedad vinculadas a títulos públicos. Según explicaron, el resultado se explica por un incremento de los ingresos de 94,5% interanual y un aumento del gasto de 63,5% interanual, el cual quedó por debajo de la inflación marcando una baja de 13% en términos reales, la merma más alta del año.

En lo que va del año el Gobierno acumuló un rojo primario de $1,225 billones. El gasto tuvo una variación de 72,4% interanual respecto al mismo período del año anterior y acumuló cinco meses consecutivos de desaceleración en términos reales. En concreto, las caídas más pronunciadas comenzaron en julio, cuando se buscó enviar un mensaje de “disciplina fiscal” que luego profundizó el ministro de Economía, Sergio Massa.

El desafío para cumplir con una meta de déficit del 2,5% del PBI estará en este último bimestre, cuando los gastos se incrementan considerablemente por liquidaciones de obra pública o el pago de aguinaldos a estatales. De hecho, en términos nominales el objetivo del FMI fue corregido a $2,015 billones por lo que el margen es de $790.000 millones. En concreto: el Gobierno debe acelerar aún más el ajuste en la recta final del 2022.

Tweet de Gabriel Caamaño

Un informe del director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), Nadin Argañaraz, detalló: “El déficit primario acumulado durante los primeros diez meses del año fue del 1,5% del PBI. Si se quiere cumplir con la meta de déficit primario de 2,5% del PBI acordada con el FMI, el déficit primario del último bimestre del año debe ser de 1% del PBI. Este objetivo implica que el déficit primario del último bimestre debe ser 0,35 puntos porcentuales del PBI inferior al de igual bimestre de 2021″, calculó el economista.

“Bajo el supuesto que los ingresos totales del Sector Público Nacional no Financiero terminen el año 2022 con igual importancia relativa del PBI que en 2021, la reducción del déficit del último bimestre debe recaer en una reducción del gasto de esa magnitud”, concluyó el reporte del Iaraf.

Si la meta del 2022 es exigente, el Ministerio de Economía mira con preocupación la del 2023, cuando el ajuste debe alcanzar para un déficit fiscal acumulado de 1,9% del PBI. El propio viceministro de Massa, Gabriel Rubinstein, reconoció que por “triquiñuelas contables” el rojo de este año será 2,8% del PBI por lo que la baja deberá ser de  casi 1 punto

Es por esto que Massa busca poner los “costos de la guerra” en Ucrania sobre la mesa y discutir con el organismo condiciones más favorables para Argentina, a través de flexibilizar metas, reducir sobre tasas y/o envíos de DEGs.  El trabajo realizado por los funcionarios del Palacio de Hacienda refleja que el conflicto bélico en el este de Europa tuvo un costo de casi US$ 5.000 millones en la balanza comercial y de $590.000 millones en subsidios que debió pagar la Administración Pública.