El ministro de Economía, Sergio Massa, logró este jueves en Washington su cometido de recibir “dinero fresco” de organismo multilaterales de crédito al suscribir un préstamo por US$ 200 millones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

El préstamo fue otorgado un día antes de que Massa se reúna con la vice directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Gita Gopinath, advirtió que el programa firmado entre el Gobierno y ese organismo debería servir para reducir la inflación de forma progresiva, y la necesidad de reducir los subsidios. 

Massa obtuvo a fines de marzo el compromiso del FMI de bajar los pagos netos que el país debe hacerle a ese organismo de US$ 4.000 millones, a US$ 1.900 millones, entre otras cosas, debido a la persistente sequía que afecta las exportaciones. Pero no logró reducir la meta de déficit fiscal de 1,9% del PBI, frente al 2,5% del año pasado. 

En ese marco, Massa participará entre hoy y mañana en Washington de la reunión de Primavera (del hemisferio norte) del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI). 

El ministro firmó con los representantes del BID un préstamo por US$ 200 millones que financiará mejoras en el sistema de salud argentino. Se trata de la primera operación individual de una línea de crédito condicional para proyectos de inversión (CCLIP) de US$ 600 millones. 

Esos dólares irán a las reservas del Banco Central (BCRA), que las transformará en pesos, y con eso se financiarán acciones para reducir la mortalidad prematura y cerrar las brechas de acceso a servicios de salud entre jurisdicciones del país. 

Los activos externos del BCRA bajaron en US$ 5.500 millones entre enero y marzo, pese al giro de US$ 5.400 millones del Fondo. Fue la pérdida más grande desde 2006, cuando se pagó la deuda con el organismo. Solo por venta de dólares, las reservas del BCRA disminuyeron US$ 3.000 millones, el resto, fue pago de deudas de bonos a privado, y de préstamos a organismos multilaterales.