El Gobierno nacional renovó hasta el 31 de diciembre el acuerdo con representantes de la cadena de producción y comercialización de la carne bovina que garantiza la oferta de, al menos, 6.000 toneladas mensuales de cortes a precios accesibles en más de 1.000 bocas de expendio.

El acuerdo, rubricado por los Ministerios de Desarrollo Productivo y de Agricultura, Ganadería y Pesca, mantiene los precios vigentes hasta el momento: asado de tira a $359 el kilo; vacío a $499; matambre a $549; falda a $229; tapa de asado a $429; cuadrada/bola de lomo a $515; roast beef/aguja a $409; carnaza/cogote a $379; y paleta a $485 el kilo.

Los cortes estarán disponibles a esos precios todos los días de la semana, en las más de 1.000 bocas de expendio de los supermercados y las cadenas de carnicerías de los frigoríficos, precisó la cartera productiva en un comunicado.

"Al igual que en el acuerdo previo, en la región de la Patagonia los precios de venta al público tendrán un adicional de 6% por costos logísticos, y no se comercializarán los cortes con hueso al sur del río Colorado dadas las restricciones establecidas por la Barrera Zoofitosanitaria Patagónica", precisó la cartera de Desarrollo Productivo.

En representación del Gobierno firmaron el acuerdo el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Jorge Solmi. También estuvieron presentes la secretaria de Comercio Interior, Paula Español; y el jefe de Gabinete del Ministerio de Desarrollo Productivo, Alejandro Sehtman.

Por parte del sector privado participaron el presidente del Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas (ABC), Mario Ravettino; el director de la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), Juan Vasco Martínez; el presidente de Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (Fifra), Daniel Urcía y el presidente de la Unión de la Industria Cárnica Argentina (Unica), Gustavo Valsangiácomo.

El levantamiento de las restricciones a los envíos de carne de conserva y manufactura a China permitió frenar los reclamos del sector, sin repercutir además en los precios internos debido a que ese tipo de corte no tiene alta demanda en el país mientras que en la nación asiática su consumo es alto.

Las limitaciones fijadas a las exportaciones de carne vacuna comenzaron a aplicarse en junio pasado, con el objetivo primordial de frenar la fuerte suba de precios registrada a lo largo del último año, de entre 70% y 80%, sensiblemente por encima de la inflación del mismo período.

A partir de las instrumentación de estas restricciones, el precio de la carne marcó en promedio tres meses consecutivos con leves bajas, logrando de esta forma valores estables para el consumo interno.