El gobierno se mete en el conflicto de la carne y analizan el cierre de un organismo clave
Según indican las cámaras empresarias, el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna recauda alrededor de USD 15 millones por año y no termina cumpliendo su objetivo. Piden que el aporte deje de ser obligatorio. Advierten que podría estar alcanzado por la motosierra de Sturzenegger.
En medio de los aumentos en el precio de la carne y una baja histórica en el consumo en todo el país, una nueva polémica envuelve al sector por el rol del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA). Desde las cámaras empresarias cuestionan el aporto obligatorio al organismo y piden reformularlo para que su financiamiento sea privado y voluntario. En el medio, el gobierno se metió en la pelea y analizan su cierre.
Esta semana, durante un encuentro de la Mesa de las Carnes, desde la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (CAMyA) cuestionaron el beneficio de tener en funcionamiento el IPCVA bajo su actual sistema de financiamiento.
“Todos los que conformamos esta cadena somos unos impresentables. Estamos hablando de que no hay vacas, de que se faenan vacas preñadas, de se que matan terneros, del kilaje de faena, del chip pero nadie dice que tenemos un Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva) que le está cobrando a los productores, frigoríficos y matarifes un montón de plata para promover la carne en el exterior y no tenemos ganado”, señaló Sergio Pedace, vicepresidente de CAMyA.
Luego del encuentro, la cámara que reúne a los matarifes publicó un comunicado titulado: "La Casta de la Carne: Un Costo que Siempre Paga el Consumidor y desconoce el productor". Allí, advirtieron que la promoción internacional de la carne argentina se realiza con una moneda diferencial que “limita el negocio”. Mientras tanto, señalan que el consumo interno quedó “completamente relegado de los esfuerzos de promoción” y se preguntaron: “¿Por qué insistimos en destinar recursos a la promoción externa cuando el verdadero desafío es fortalecer toda la cadena ganadera?”.
“En lugar de financiar obligatoriamente una promoción exterior con dudosos resultados, podríamos apostar a fortalecer la ganadería en su conjunto, generando un verdadero efecto derrame sobre toda la actividad”, agregaron en el comunicado.
Asimismo, desde CAMyA criticaron que el aporte sea obligatorio y que recae sobre toda la cadena de producción y comercialización, lo que termina impactando en el precio de la carne. “Es imprescindible aumentar la oferta de hacienda, lo que solo se logrará gestionando eficientemente los recursos, reduciendo impuestos y eliminando distorsiones que hoy encarecen la producción y comercialización”, señalan desde la Cámara y agregan: “Menos cargas impositivas y una estructura más eficiente permitirán producir más, exportar mejor y ofrecer carne a precios más accesibles en el mercado interno”.
“Si el consumo interno no es una prioridad en su agenda, y si la promoción externa no genera los beneficios esperados, ¿no sería más lógico permitir que quienes realmente ven un valor en este tipo de promoción sean los que elijan financiarla de manera voluntaria?”, concluyeron.
Mientras todo esto ocurre, desde el sector dieron a conocer que el Instituto de Promoción de Carne Vacuna estaría dentro de los 50 organismos que el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado pretende eliminar, cerrar o fusionar. La cartera que conduce Federico Sturzenegger publicaría el DNU en los próximos días, que sería similar al 70/2023.
Según su web, el IPCVA se orienta a mejorar y consolidar la imagen de los productos cárnicos argentinos, aprovechando la historia y tradición del país en la materia y el prestigio ganado en los mercados internacionales. El Instituto funciona con fondos privados que aportan de manera conjunta productores ganaderos y frigoríficos de todo el país. La ley establece que los productores efectúen una contribución equivalente a 20 céntimos por ciento del valor índice de res vacuna en plaza de faena ($1,25), y la industria 9 céntimos por ciento de dicho valor ($ 0,55), totalizando hoy $ 1.80 por animal destinado a faena.