“¿El gobierno podría haber “hecho más” en términos de gasto público para ampliar su colecta de votos, tal como sugiere una parte del oficialismo? Conviene poner en contexto lo ocurrido, para advertir sobre los riesgos implícitos de tal diagnóstico”, apuntó el IERAL en su último informe de situación. 

La casa de estudios de la Fundación Mediterránea, destacó que “pese a la desaceleración del ritmo de emisión monetaria del primer semestre, aun así la inflación se mantuvo en el andarivel del 50 % anual. ¿Hasta dónde habría llegado la inflación de haberse continuado en el primer semestre con el ritmo de emisión de 2020?”.

“Puede conjeturarse que la inflación de agosto, en lugar del 2,5 % mensual, podría haberse ubicado entre el 3,5 % y el 4,0%. Y las mediciones del acumulado de doce meses del IPC estarían superando largamente el 50 %”, advirtió el IERAL.  

En el transcurso de este tercer trimestre, la política fiscal y monetaria ha vuelto al patrón de 2020, luego de la “pausa” del primer semestre. "¿Cuánto más puede “forzarse la máquina”?”, se preguntó el documento.  

Apuntó a que “en este tercer trimestre la emisión de origen fiscal alcanzaría a $ 700.000 millones, y el pago de intereses por la deuda remunerada a los $ 370.000 millones, cifras que sumadas equivalen a 9,9 % del PIB del tercer trimestre” mientras que para todo el 2020, “esos guarismos fueron equivalentes a 9,6 % del PIB”.

“El cambio de dinámica respecto del primer semestre ya tiene consecuencias. Desde el pico de mediados de este año, las reservas netas del Central han descendido en US$ 2.000 millones y la deuda remunerada del BCRA en los últimos tres meses ha aumentado en $ 648.000 millones, a un ritmo del 5,7 % mensual acumulativo”, destacó. 

“Si el gobierno intentara expandir aún más el gasto público en el cuarto trimestre, se podría encontrar con más inflación y menos empleo privado, en lugar de los objetivos buscados”, advirtió el IERAL.