El Instituto Nacional de Estadística y Censos dará a conocer este jueves los índices de Pobreza e Indigencia del segundo semestre del año pasado, y existe una alta probabilidad de que supere al 37,3% y 8,2% de julio-diciembre de 2021, un período signado por la aceleración de la inflación.

En medio de las pujas internas -en ese caso fueron las denuncias cruzadas por la construcción del gasoducto Néstor Kirchner” y la crisis desatada por la renuncia del entonces ministro de Economía, Martín Guzmán-, hubo dos meses, julio y agosto, con inflación del 7%, los dos siguientes por encima del 6%, y una breve “tregua” del 5% para noviembre y diciembre, en especial por la estabilidad en el precio de la carne, y porque se postergaron varios aumentos para comienzos de este año.

Esto incidió en el Índice de Pobreza, y el de Indigencia, ya que se calcula por el costo de una canasta de bienes y servicios contra los ingresos.

Por el lado del gasto, la Canasta Básica Total, que fija el umbral por debajo se cae en la línea de la pobreza, duplicó su precio en 12 meses y llegó a $ 1255.515 en diciembre, para una familia integrada por una pareja con dos niños de 6 y 8 años.

En tanto, la Canasta Básica Alimentaria/CBA) que fija el umbral por debajo del cual se cae en la indigencia, aumentó 103,8% para llegar a los $ 67.187 solo para que ese mismo grupo familiar pueda alimentarse.

Pero por contrapartida los ingresos no fueron a la par y de aquí surgen las dudas. Por ejemplo, los trabajadores informales, que son un tercio de los empleados, perdieron casi 30 puntos contra la inflación

Durante el año pasado la inflación alcanzó al 94,8% y los empleados no registrados tuvieron subas del 65,4% en sus sueldos.

En cambio, los sectores “registrados” tuvieron una a variación más cercana a la inflación, y así los salarios privados registrados aumentaron 93,8 % en el 2022, y los de los empleados públicos 99,4%.

El Indec le pone cifras a la pobreza e indigencia de un periodo de alta inflación