El Instituto Nacional de Estadística y Censos dará a conocer el jueves la variación del Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) durante junio, luego de la cuarentena que se dispuso a finales de mayo para combatir la segunda ola del Covid 19. 

Durante junio la industria operó a pleno y registró un aumento del 19% interanual, al tiempo que la construcción avanzó 28% respecto al sexto mes del año pasado, cuando operaban a pleno las restricciones para evitar un mayor contagio por la pandemia. 

Además, durante junio, se sembraron los últimos lotes de trigo, en una superficie de 6,8 millones de hectáreas, por encima de los 6,5 millones de la campaña anterior, cuando se recolectaron 17 millones de toneladas. 

Por todos estos datos, y la reactivación del comercio de cercanía, se espera que la variación del EMAE, que reúne a varios de los componentes del Producto Bruto Interno (PBI) se ubique en junio por encima de la suba del 13,6% interanual que presentó mayo. 

En esos primeros cinco meses del año la economía acumuló una suba del 9,5% interanual lo que motivó al ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, a asegurar que "estamos replanteando escenarios de crecimiento de la Argentina. Estábamos con proyecciones del 7% para este año y es probable que estemos cerca del 8% o un poco más". 

Incluso ayer, su par de Economía, Martín Guzmán, rechazó que este aumento de la actividad económica sea “un rebote”, tras la caída del 9,9% del PBI durante el año pasado, sino que es un crecimiento verdadero. 

“Argentina no vive un rebote sino una recuperación de la economía y del empleo en donde distintos sectores de la sociedad muestran distintas velocidades, y donde el Estado implementó políticas públicas que permitió preservar las capacidades” productivas durante la pandemia, dijo Guzmán durante el acto en el que se presentó el Censo 2022. 

Sin embargo, en julio, la actividad industrial bajó 3,9% en relación a junio, dentro de un comportamiento dispar según los rubros, destacó un informe que realizó el oficial Centro de Estudios para la Producción (CEP XXI), a partir de la electricidad consumida por las empresas. 

La evolución de la actividad fabril “fue dispar entre sectores: de 14 ramas, siete incrementaron su consumo de energía desestacionalizado frente a junio (entre ellos, textiles, metalmecánica o minerales no metálicos), y las otras siete lo redujeron, destacándose automotriz, químicos o caucho y plástico”, informó el CEP que depende del Ministerio de Desarrollo Productivo. 

La caída del 3,9% mensual “en parte se debe a que el dato de junio había sido extraordinariamente elevado -posiblemente por cierta recomposición de stocks tras el parate de fin de mayo- y también a lo ocurrido en la industria automotriz, que produjo 8.100 vehículos menos que en junio por paradas por vacaciones de invierno en las cuatro principales terminales y, también, por faltante de insumos (semiconductores) a nivel global”, dijo el CEP XXI.