Cuando Argentina necesita más dólares, la falta de lluvias oportunas y la menor utilización de fertilizantes proyecta que las exportaciones de trigo aporten unos US$ 3.800 millones entre diciembre y marzo, unos US$ 800 millones menos que lo obtenido con la cosecha anterior.

La Bolsa de Cereales de Buenos Aires informó que esta semana culminó la siembra de trigo en todo el país, y que alcanzó a los 6,1 millones de hectáreas, unas 670.000 menos que en la campaña 2021/22, pero con lluvias oportunas que permitieron sembrar en el suroeste de la “zona Núcleo” y mejorar lo ya implantado en varias regiones.

En este marco, el economista del IERAL, Gustavo Garzón, apuntó a que “teniendo en cuenta muchos supuestos, como que los pecios internacionales han bajado bastante respecto a los meses anteriores, y uno no sabe cómo puede evolucionar el cultivo, estimamos que la cosecha rondará los 18 millones de toneladas” .

Esto representa 4,0 millones de toneladas menos que la campaña 2021/22 “que tuvo un muy buen desempeño, con una muy buena cosecha y precios internacionales en suba, por lo que el valor de las exportaciones rondó los US$ 4.600 millones ”.

El trigo aportará unos US$ 800 millones menos en exportaciones a partir de diciembre

La actual campaña “va a tener un numero más bajo desde lo productivo”, advirtió Garzón en declaraciones a Data Clave.

Esa menor área sembrada “es el primer factor que hace caer la producción, pero además con condiciones climáticas que no fueron las ideales”, con falta de agua en muchos lugares “por lo cual se está descontando que los rindes promedios no serán tan buenos como las del año pasado”.

Por todo esto “estimo que la producción rondará los 18 millones de toneladas, de las cuales, 11 millones se destinarán a la exportación”.

Garzón explicó que “antes de que se sembrara la nueva campaña los exportadores ya habían comprado alrededor de 4,0 millones de toneladas, tratando de aprovechar los buenos precios” como consecuencia de la invasión de Rusia a Ucrania, países productores de trigo.

“Ahora falta ponerle precio a las exportaciones futuras, el saldo exportable a los otros 7 millones de toneladas con otros precios, lo que, con lo ya vendido, arroja una estimación de US$ 3.800 millones”, lo que representa un 17% de caída en la recaudación.

El maíz tampoco se perfila bien

La cosecha de maiz está casi a punto de terminar, se recolectó el 97,9 % del área aptam y la proyección de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires arroja una producción de 52 millones de toneladas, 3 millones menos que que la campaña previa .

Pero además, desde la primera semana de julio se dio inicio al relevamiento de precampaña de maíz para el ciclo 2022/23, en el que “el escenario general muestra una tendencia negativa, aunque heterogénea en términos de superficie a implantar”.

Existe una relación insumo/producto más desfavorable en relación a campañas pasadas, “y un aumento importante de los costos, en un ambiente de alta incertidumbre y aumenta la competencia directa de cultivos con menores requerimientos de inversión, como la soja de primera, especialmente en el centro del área agrícola”.

Frente a este panorama, se proyecta una superficie destinada al maíz 7,5 millones de hectáreas para la nueva campaña, ”sujeta a la evolución de las variables económicas y climáticas(lluvias, temperaturas, etc.) durante toda la extensa ventana de siembra”.

Si bien estas 7,5 millones de hectáreas representan solo unas 200.000 hectáreas por debajo de la campaña previa, de concretarse, el área estaría un 7 % por encima del promedio del último quinquenio.