Luego de una semana de intenso calor, los productores y exportadores miran al cielo a la espera de las lluvias previstas entre el lunes y martes en la “zona núcleo” para que la cosecha de trigo alcance una producción record de 19,8 millones de toneladas.

"Si bien el ciclo del cereal estuvo nuevamente marcado por condiciones restrictivas de humedad, se registraron lluvias en momentos clave para que el cultivo sostenga una adecuada condición", dijo la Bolsa de Cereales en su informe sobre el estado de los cultivos.

La cosecha ya cubrió el 6,7% del área apta, arrojando hasta el momento un rinde promedio nacional de 10,3 quintales por hectárea (qq/ha).

Así, la proyección de producción asciende a 19,8 millones de toneladas, 600.000 toneladas por encima al volumen previsto con anterioridad y de los 17 millones de la campaña 2020/21.

En medio de este optimismo, desde la BCBA advirtieron que “no se descartan futuros ajustes en función de la evolución del clima durante lo que resta del ciclo” debido a que “los pronósticos a corto plazo alertan sobre una nueva ola de calor, que afectaría al centro y el norte del área agrícola nacional, y bajas temperaturas en el sur, aunque acompañadas de lluvias en gran parte de las regiones bajo estudio”.

En medio de este panorama, en el mercado de Chicago, el trigo se ubicó en US$ 283,85 la tonelada y tocó así el valor máximo desde febrero de 2013, apuntalado por una sólida demanda en un contexto de una ajustada oferta a nivel mundial.

Así, por ejemplo, en los Estados Unidos, otro de los principales exportadores "el clima lluvioso en el medio-oeste habría limitado el avance de las siembras y evitado que los productores completen el área prevista", puntualizó la Bolsa de Comercio de Rosario.

Según estimaciones de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, las exportaciones de trigo dejarán una US$ 3.400 millones entre enero y marzo, período crítico en el balance de pagos de Argentina.

El economista Emanuel Álvarez Agís advirtió el jueves que el pago US$ 1.800 millones al Fondo Monetario Internacional (FMI) en diciembre “hay que evitarlo a toda costa porque nos quedamos con la mitad de las reservas netas del país y nos exponemos a un riesgo cambiario”.

En este marco “es necesario un acuerdo, con el FMI cuanto antes o un waiver (dispensa para no pagar) para tener un diciembre y enero en paz, porque con el dinero que ingresa (a partir de febrero) de la cosecha fina (trigo) no alcanza” para todas las necesidades, dijo el ex vice ministro de Economía de Axel Kicillof.