Vicentin presentó este lunes el demorado balance 2019 que debería explicar lo que pasó con una de las agroexportadoras más importantes del país, que terminó al borde de la quiebra. De todas formas habrá que esperar para conocer el detalle del escrito, porque el juzgado de Reconquista, a cargo de Fabián Lorenzini, está en pausa por un caso de coronavirus. 

La empresa, que acumuló a sus problemas denuncias por transacciones sospechosas entre la filial paraguaya y Glencore, cambiará a su directorio en octubre y trabaja para evitar la quiebra, que parece inevitable. Mientras, apunta contra uno de los veedores del proceso, Sergio Arelovich, que representa a la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso.

Arelovich había señalado que “el riesgo de quiebra de la compañía es alto”. Vicentin pide la remoción del veedor debido a que “esas opiniones se suman a otras manifestaciones que denotan su hostilidad manifiesta, su animosidad y su resentimiento hacia la compañía y dejan a la vista la inconveniencia de su designación para una función que exige objetividad e imparcialidad”.

La empresa agotará “todos los recursos e instancias judiciales en pos de recusar su participación en el procedimiento concursal” a Arelovich debido a que su postura “afecta no sólo los intereses de los accionistas de la empresa, sino también el de los acreedores que dependen directamente del éxito del concurso para poder ver satisfechos sus créditos".

Vicentin presentó el balance 2019 ya sin la auditoria de la firma KPMG, que dio un paso al costado, y fue asesorado por el estudio WH Correa y Asociados, según informó el medio Rosario 3. Los acreedores sostienen que el informe debe explicar el por qué la agroexportadora entró en concurso de acreedores por un default de US $1.400, tras exhibir un buen rendimiento en 2018, y tras recibir numerosos préstamos por parte del Banco Nación.

El proceso, a cargo de Lorenzini, evitó la intervención del Ejecutivo Nacional. Y había comenzado las investigaciones sin el balance 2019, clave para responder qué pasó con Vicentin. Por presión de los acreedores, el juez puso fecha límite para el 21 de septiembre, y la agroexportadora presentó el balance, pero aún no fue cargado en la página del juzgado por los contratiempos que generó el coronavirus.