Por la falta de dólares y los altos niveles de inflación, los analistas anticipan un estancamiento de la actividad económica. Si bien los últimos datos del Indec fueron mejores a los que esperaba el mercado, al igual que las proyecciones que realiza el Gobierno, la restricción externa y los aumentos de precios complican el panorama tanto por el lado de la oferta como por el de la demanda.

El Estimador Mensual de Actividad Económica (Emae) que mide el Indec sorprendió en agosto y arrojó un crecimiento de 0,4% mensual sin estacionalidad respecto a julio y un alza de 6,4% interanual. Con estos guarismos, la consultora LCG precisó que el PBI se ubica en niveles 2,2% por encima de diciembre y solo 0,7% por debajo del máximo registrado a finales de 2017.

Estos números reflejan una economía que, si bien se encuentra relativamente estancada en términos de crecimiento, arroja resultados mejores a los esperados. Si los datos de agosto se mantuvieran constantes para lo que queda del año, el crecimiento sería de 5.6% para el 2022, claramente superior a lo esperado”, señaló la consultora Econviews.

De acuerdo con el Índice General de Actividad de Orlando Ferreres la actividad registró en septiembre un crecimiento de 3,5% interanual, acumulando para los nueve meses transcurridos del año una expansión de 5,6%. Por su parte, la medición desestacionalizada mostró en septiembre una merma de 0,4% respecto al mes enaterior, mientras que el tercer trimestre registró una contracción de 0,1% en relación al segundo cuarto del año.

Estancamiento: falta de dólares e inflación complican la actividad económica

“La actividad económica muestra signos de agotamiento para la última parte del año. El escenario es uno de estancamiento. Con el número de septiembre, el tercer trimestre cierra mostrando a su vez una contracción de 0,1% al comparar con los meses de abril a junio. Para lo que resta del año no anticipamos un cambio de tendencia sobre el actual enfriamiento de la actividad, y los riesgos de un empeoramiento de las condiciones macroeconómicas no son bajos, por lo que la incertidumbre es alta al mirar hacia 2023”, afirmó Ferreres.

Esto tiene que ver con mayores limitaciones para importar debido a la escasez de dólares y una inflación que no cede, la cual golpea el consumo. “Es por eso que esperamos que el tercer trimestre cierre positivo en 0.9% (s.e.), pero para el cuarto trimestre esperamos una caída de 1.2% (s.e.). Con estos números esperamos un crecimiento del 5.2% para el 2022, aunque por ahora mantenemos la proyección de 1% para 2023”, concluyó Econviews.