Bancos, casas de cambio y operadores bursátiles esperan información adicional sobre la operatoria del dólar en el Contado Con Liquidación y el Bolsa (MEP), luego de las nuevas restricciones que impulso el Banco Central el viernes, lo que indujo un retroceso en la oferta y una suba de tres pesos en el “Blue” que terminó en $ 182. 

Desde la consultora Invecq alertaron sobre daños colaterales de las últimas medidas: "Lo más probable es que reaccione el dólar informal, que tendrá mayor demanda por parte de minoristas, desalentando las transacciones formales”.  

Agosto, septiembre y octubre, y sobre todo en períodos electorales, “son los meses de mayor volumen en términos de demanda de dolarización de carteras. Esta medida generará poco efecto en la reducción de la demanda e intensificará su canal paralelo informal", advirtió la consultora. 

La consultora Equilibra estimó que el Central “utilizó unos US$ 410 millones de sus reservas durante julio para intervenir en los mercados financieros y controlar la brecha”, con ventas que fluctuaron entre US$ 25 y US$ 30 millones diarios. 

A este ritmo “esto implica desembolsos por U$ 2.130 millones en los próximos cinco meses, la mitad de las reservas netas que en BCRA lleva acumuladas en el año”, para que la brecha “intervenida” se mantenga por debajo de 75% y la “libre” no supere el 90% advirtió la consultora. 

En este marco es que el BCRA dispuso el viernes que los inversores solo podrán hacer CCL en caso de que cuenten con una cuenta bancaria a su nombre en el exterior.  

Días atrás, Data Clave daba cuenta de que en busca de cuidar las reservas y restringir algunos arbitrajes financieros (rulo en la jerga bursátil), el Banco Central endureció los controles sobre los dólares financieros, que surgen a partir de la compra de bonos y/o acciones en la bolsa porteña, lo que alimenta la presión sobre el precio del blue.

La medida básicamente apunta a limitar la compra de dólares cables o contado con liqui para su uso en operaciones de arbitrajes, exigiendo que las operaciones (contra bonos en dólares D y C) sean liquidadas en la cuenta bancaria del cliente (sea local o en el exterior, en ciertos países), y ya no de la sociedad de bolsa en la cual opera, de manera de poner un escollo adicional en el camino, al tener que superar los controles del BCRA y AFIP.