La posibilidad de crear una moneda única para intercambio en latinoamérica fue tomado con cautela por parte de economistas que destacaron que, más allá de evitar presiones sobre el dólar, requiere de una “ingeniería compleja” como pasó con el Euro y equilibrio en las cuentas argentinas

“Vamos a volver a restablecer nuestra relación con América Latina. Y, si Dios quiere, vamos a crear una moneda en América Latina, porque no es negocio seguir dependiendo del dólar”, dijo "Lula" Da Silva durante un encuentro en Sao Paulo con dirigentes del partido izquierdista Psol.

La idea esbozada por Lula fue lanzada por parte de su equipo económico entre los que se encuentran Gabriel Galípolo, y el ex Intendente de San Pablo, Fernando Haddad. En un artículo publicado en abril en el diario Folha de Sao Paulo, ambos señalaron la idea de crear una moneda regional que permita a los países latinoamericanos depender menos del dólar estadounidense.

El plan descrito por Haddad y Galípolo comprende las asimetrías que puedan existir entre los países. Así, indica que “las tasas de cambio entre las monedas nacionales y el SUR serían fluctuantes”.

Pero una de las claves del plan del equipo de Lula es la existencia de un “mecanismo de ajustes simétricos entre países superavitarios y deficitarios”. Según explican los autores del artículo, el mecanismo proporcionará recursos para capitalizar una Cámara Sudamericana de Compensación, cuyo objetivo será “financiar la reducción de asimetrías entre las economías y el fomento de sinergias entre ellas”.

Ante esta líneas generales, el consultor Julián Cuenca apuntó a que “cambiaríamos la relación peso contra dólar, por peso contra Sur y tendríamos que ver qué paridad tendría esa moneda respecto a la norteamericana. Está el antecedente de la Unión Europea y el Euro, pero requiere de mucha coordinación”.

“Es un primer paso para un mercado común, pero si hasta ahora no logró avanzar el Mercosur no se debió al dólar, sino a los problemas comerciales, trabas, que en especial, impone Argentina”, dijo Cuenca, a Data Clave.

En tanto, desde la Fundación Alem alentaron esa decisión, pero “eso no evita que nosotros tengamos que tener superávit fiscal y una balanza de pagos superavitaria” que evite las grandes fluctuaciones “ya sea contra el dólar o contra el SUR”.

“Es una ‘solución´ para un tercio de nuestro intercambio comercial”, que se realiza con Brasil, Chile, Perú y Paraguay “pero solo la Estados Unidos, China e India representan otro 20 %, “y ellos solo aceptan dólares”, dijeron fuentes de la entidad vinculada al radicalismo.