El dólar libre continuó su marcha alcista en otra jornada de alta tensión cambiaria. El billete paralelo tocó los $440, pero antes del cierre bajó hasta $432 y la brecha con el tipo de cambio mayorista alcanzó el 98,2%.

En medio de este panorama, la Portavoz Presidencial, Gabriela Cerruti puso en su cuenta de Twitter una imagen del presidente Alberto Fernández, y del ministro Sergio Massa, quien se reunió con el mandatario en la Quinta Presidencial de Olivos.

Tweet de Gabriela Cerruti

En tono irónico, la funcionaria destacó “encarnizada interna” para despejar cualquier tipo de cortocircuito entre Fernández y Massa. Fuentes oficiales sostuvieron que la imagen calmó el mercado, ya que el dólar blue bajó tras alcanzar un récord histórico.

En tanto, en “la City” varios operadores aseguraron el el Fondo Monetario Internacional (FMI) y los bancos de capitales norteamericanos pidieron que se haga una fuerte devaluación para reducir la brecha cambiaria, y así poder brindar un préstamo de emergencia o bien, postergar los pagos al organismo que vencen en los meses siguientes,

Dentro de este terreno de especulaciones, se habla de devaluar “fuerte” el oficial, alrededor del 50% para llevarlo a $300 y aceptar que el dólar libre ronde los $480.

Lo cierto es más allá de las especulaciones, el dólar sigue la tendencia ascendente que tuvo a lo largo de la semana y que llevó al Banco Central a vender ayer US$ 197 millones, ante la falta de oferta de las empresas agroexportadoras.

En paralelo, el Banco Central dispuso elevar en 300 puntos básicos la tasa de política monetaria. De esta forma, la tasa de interés nominal anual de las Letras de Liquidez (Leliq) a 28 días pasó de 78% a 81%.

También elevó los límites mínimos de las tasas de interés sobre los plazos fijos de personas humanas, llevándolos a un rendimiento de 81% nominal anual para el caso de los depósitos de hasta 10 millones de pesos y de 72,5% nominal anual para el resto de los plazos fijos.

Tweet de BCRA

Las discusiones técnicas es si afectará aún más el nivel de actividad económica, encareciendo el crédito, o reducirá la demanda de dólares, algo que no parece conveniente porque el problema es que no hay oferta de divisas en el mercado.

Como ejemplo de esta desconfianza sobre el peso, el miércoles, el ministerio de Economía colocó siete títulos de deuda en pesos por los que obtuvo $227.132 millones con los que canceló los $189.034 millones que tenía de vencimiento, pero para eso debió convalidar una tasa del 130% efectiva anual para los nuevos bonos.

Además de haber tenido que pagar ese rendimiento, solo 16% fue en títulos a esa tasa fija, otro 72% de los bonos colocados estuvo compuesto por instrumentos indexados por inflación (CER), y el 12% restante, por títulos ajustados al tipo de cambio oficial, lo que representa un “seguro de cambio” ante una eventual devaluación.