El Fondo Monetario Internacional (FMI) dio a conocer sus Perspectivas para la Economía Mundial (WEO por sus siglas en inglés) y advirtió que todavía se pueden producir “reveses”. La cuota optimista tiene que ver con la recuperación de 5,2% que se espera para 2021. En cuanto a la Argentina, el organismo multilateral calcula un retroceso de 11,8% en la actividad para este año pero una recuperación de 4,9% para el próximo.

Estos pronósticos se aproximan a las proyecciones públicas y privadas realizadas. El  presupuesto presentado por el Ministerio de Economía en el Congreso, por ejemplo, contempla una disminución de 12,1% del Producto Interno Bruto (PIB) para 2020 y un avance de 5,5% para 2021.  El último Relevamiento de Expectativas (REM) de mercado, que se obtiene a partir de los números que preven las consultoras, el PIB se derrumbaría 11,8%  en el corriente año y tendría un rebote de 5,1% el venidero.

Por otro lado, las estadísticas del FMI ubican a la Argentina entre los 24 países del mundo más afectados por la recesión en el 2020. Las medidas de restricción impuestas por la pandemia de Covid 19 golpearon particularmente en Latinoamérica, aunque también registran caídas de dos dígitos países desarrollados como España e Italia que además sufrieron con fuerza las consecuencias sanitarias del virus, con retrocesos de 12,8% y 10,6%

Para el caso particular de la economía argentina, el informe del FMI excluye las proyecciones fiscales y de inflación “ya que estas están en gran medida vinculadas a las negociaciones del programa aún pendientes”, según aclara el informe. El lunes, los miembros de la misión encabezado por la subdirectora del Departamento del Hemisferio Occidental, Julie Kozack, y el jefe de la Misión para Argentina, Luis Cubeddu, señalaron que: “Argentina enfrenta dificultades económicas y sociales complejas, en el contexto de una crisis de salud sin precedentes” y, en otro párrafo admiten que,  “son desafíos excepcionalmente difíciles sin soluciones fáciles”.

Tanto el ministro de Economía, Martín Guzmán como la vice jefa de Gabinete, Cecilia Todesca Bocco, dieron a entender que Argentina no tendría la  intención de solicitar fondos adicionales sino que se trabajaría para obtener un acuerdo de Facilidades Extendidas ya que la Argentina necesita poder refinanciar la deuda de 44.000 millones postergando en el tiempo los pagos.

El proyecto de presupuesto 2021 presentado por el ministerio de Economía estima que el año cerrará con una suba de precios de 32%, mientras que la inflación prevista para este año alcanza a 0,8% en el caso de los países desarrollados y a 5,0% para las naciones emergentes y en desarrollo.

Por otra parte, el informe del Fondo señala que para la Argentina “los supuestos de política monetaria son consistentes con una modesta apreciación real este año y el necesidad de financiamiento monetario del déficit fiscal y reabsorbiendo esta liquidez”.

En cuanto a la desocupación, los números del FMI proyectan una tasa de desempleo de 11% para el año en curso y una disminución a 10,1% en 2021. Estos porcentajes ya fueron superados por la última medición del INDEC que calculó la desocupación en 13,1% al término del segundo semestre, y contradice proyecciones privadas que anticipan una mayor destrucción de puestos de trabajo.

El FMI también espera una mejora en el resultado de la cuenta corriente del país. Se proyecta un saldo superavitario equivalente a 0,7% del PIB para el presente año y un 1,2% para 2021, reflejando progresos en el sector externo.

En este sentido, el informe también reseña el comportamiento de las monedas en los mercados internacionales en donde se observa un movimiento favorable para la Argentina. Sucede que se depreció el dólar con el consiguiente impacto alcista en las cotizaciones de las materias primas, en tanto que el fortalecimiento del yuan amplía las posibilidades de exportar a china.

La divisa estadounidense se depreció en más del 4,5% entre abril y finales de septiembre, lo que refleja la mejora global sentimiento de riesgo y preocupaciones sobre el impacto del aumento de casos de COVID-19 en la velocidad de la recuperación de EE. UU.

Durante el mismo período, el euro se apreció cerca del 4% en la mejora de las perspectivas económicas y aumentos más lentos en los casos de Covid-19. Las divisas de los exportadores de productos básicos entre las economías se fortalecieron a medida que aumentaban los precios de las materias primas.

La mayoría de las divisas de los mercados emergentes se recuperaron entre abril y junio, después de las fuertes presiones durante agitación del mercado en marzo. Desde entonces el yuan en China se ha fortalecido y las monedas de otras economías de mercados emergentes asiáticos en general se mantuvieron estables en términos efectivos reales.

Por el contrario, “el rublo ruso se depreció debido a factores geopolíticos y las monedas de los países afectados por la pandemia o con una posición externa o fiscal vulnerable (como Argentina, Brasil y Turquía) también se han debilitado”.

Con relación a las proyecciones de crecimiento a mediano plazo, el Fondo espera una tasa de 1,7% anual hacia 2025, es decir por debajo del 2,5% que avanzaría en promedio Latinoamérica y el Caribe que, dicho sea de paso, es la región que menos crecería entre los mercados emergentes.