La gira por Europa va llegando a su fin. El ministro de Economía, Martín Guzmán, logró recuperar protagonismo tras la interna en su cartera que estuvo cerca de expulsarlo del Gobierno, y avanzó esta semana en las negociaciones con el FMI y el Club de París. 

En una de sus últimas actividades, Guzmán disertó en un panel del seminario “Soñando con un mejor reinicio”, organizado por el vaticano, y del cual también participaron la directora gerenta del FMI, Kristalina Georgieva; el delegado especial para el Medio Ambiente norteamericano, John Kerry, los académicos Jeffrey Sachs y el premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, y los ministros de Economía de Estados Unidos, Alemania, México, España, Italia. 

Frente a Georgieva, Guzmán pidió que “el multilateralismo sea flexible para dar soluciones” 

En ese contexto, Guzmán declaró que “es necesario hacer más en términos de arquitectura financiera internacional para crear marcos que ayuden a resolver las crisis de deuda”. Dijo también que “el camino es el multilateralismo, pero es fundamental que el multilateralismo brinde soluciones”. 

Según el ministro, en un mensaje que se explica en las negociaciones que Argentina está llevando adelante con los organismos internacionales, el “multilateralismo que sea lo suficientemente flexible para ofrecer soluciones rápidamente. Ahora es el momento de actuar. De lo contrario, el multilateralismo se autoinfligirá daños”.

También se refirió a los  US$650.000 millones que emitirá el Fondo Monetario Internacional (FMI) en concepto de Derechos Especiales de Giro, y aseguró que “debemos encontrar un mecanismo para redistribuir los DEG que no son utilizados por países que no los necesitan para países que realmente lo necesitan”.

Aprovechando la presencia de Georgieva y de Janet Yellen, la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Guzmán mencionó una de las aristas que más preocupa al país en el marco de las negociaciones con el FMI: los sobrecargos del fondo. Según el ministro, las sobretasas que prevalecen en los créditos pendientes que superan “cierto umbral" crean "más desigualdad, es procíclico y regresivo, y en un futuro próximo será cada vez más perjudicial para los países que pedirán un acceso excepcional”. 

También hubo tiempo para que exponga la titular del FMI, con un mensaje que pueda ser interpretado con optimismo en el Gobierno. Georgieva dijo que la "la pandemia fue el multiplicador final: transformó las fragilidades en fracturas, transformó la ya alta desigualdad en una divergencia peligrosa entre países y dentro de las sociedades”. Además, insistió en que “estamos viendo esta desigualdad dentro de los países. En todo el mundo, las personas más vulnerables antes de la pandemia son las más afectadas por la crisis". "Son estos los grupos que salen perdiendo cuando sus gobiernos sólo pueden desplegar un apoyo limitado", remató la titular del FMI, mientras Argentina insiste en renegociar un acuerdo con el organismo que no “incluya ajuste” y que sea con “todos los argentinos adentro”.