El ministro de Economía, Martín Guzmán, dejó la comodidad del Palacio de Hacienda y se presentó en la fría tarde de Buenos Aires, ante los representantes de las principales cámaras empresarias a los que instó a invertir en el país.

En los jardines del hotel Four Season, y con el presidente de la Unión Industrial (UIA) Daniel Funes de Rioja, como anfitrión, Guzmán habló en una conferencia “semi-presencial” sobre el paso de la recuperación económica, hacia el crecimiento sustentable, en un seminario organizado por el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICyP).

El Gobierno "tiene claro cuál es el rumbo para tranquilizar la economía" aseguró el ministro y puso como ejemplo que decidió primero negociar la deuda con los acreedores privados antes que con el Fondo Monetario Internacional (FMI), porque el tiempo que le demandaría arreglar con el organismo “haría que termináramos en default” con los tenedores individuales.

Reiteró su idea que un programa para arreglar con el Fondo “tiene que ser una construcción colectiva y contar con el involucramiento de toda la sociedad en el proceso".

"Sin industria no hay futuro", afirmó el ministro, al destacar que el sector es "fundamental" para la recuperación económica y que, para ello, se está trabajando sobre "la estabilidad macroeconómica, reglas de juego que den previsibilidad”.

En ese contexto, Guzmán insistió que “queremos que los empresarios inviertan, pero estas cosas (que hacen a la estabilidad macroeconómica) no se resuelven en un año y medio. El proceso de diálogo y la articulación con cada representante del sector privado importa".

También criticó al gobierno de Mauricio Macri porque “bajó los impuestos y eso no creo más empleo ni más producción” y habló sobre la necesidad de tener “un Estado fuerte, para tener una economía fuerte”.

Guzmán, en una exposición que se extendió por 40 minutos, a los que luego se sumaron quince minutos más para responder preguntas, criticó a la gestión Cambiemos, que llevó una política de "reducción de impuestos, de achicamiento del Estado y una reforma económica que debilitaron al Estado y al sector privado".

Además de Funes de Rioja, también lo estaban escuchando Iván Szczech, de la Cámara de la Construcción; Adelmo Gabbi, de la Bolsa de Comercios; Javier Bolzico, de la Asociación de Bancos Argentinos y Nicolás Pino, el expresidente de la Sociedad Rural, entre otros.

En noviembre, Guzmán había estimado que la economía se iba recuperar 5,5% este año, tras la caída del  9,9% del Producto Bruto Interno del 2020. Sin embargo, durante marzo, y ante inversores extranjeros, aseguró que esa recuperación llegaría al 7%.
Esas estimaciones fueron parcialmente acompañadas por las consultoras privadas que descuentan un “rebote estadístico” de la economía de al menos el 5% este año, debido a la profundidad de la caída del año pasado.

Pero la lentitud en el plan de vacunación, y algunos conflictos sindicales, hicieron que se moderaran estas estimaciones. Así, los economistas privados que integran el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que realiza el Banco Central calcularon a fines de mayo que la suba será del 6%, en lugar del 6,4% que habían estimado a fines de abril, o el 6,7% de fines de mayo.