El ministro de Economía, Martín Guzmán, se presentará este miércoles a las 17 en el Museo del Bicentenario ante los gobernadores peronistas para explicar, por primera vez de manera oficial, la marcha de “las negociaciones”- y no de “acuerdo” - con el FMI para renovar los US$ $ 44.000 millones que el país le debe.   

 Al encuentro estaban invitados también los gobernadores de la oposición, pero luego de un primer rechazo, decidieron enviar “delegados”, a la espera de que la semana que viene Guzmán presente los lineamientos en el Congreso.

Según consta en la agenda presidencial, Alberto Fernández participará de la "exposición que hará el ministro de Economía sobre las negociaciones con el FMI, ante la presencia de gobernadores de todo el país".

La convocatoria para esta fecha no es casual. Luego de haber pagado casi US$ 1.900 millones al Fondo Monetario Internacional (FMI) el pasado 22 de diciembre, las reservas líquidas del Banco Central quedaron cerca de los US$ 4.000 millones, es decir, menos de lo que se requiere para un mes de importaciones.   

A esto hay que sumarle que en enero el Gobierno debe pagar US$ 1.300 millones de deuda, otros US$ 600 millones en febrero, para saltar a US$ 4.900 millones en marzo.   

Hace 15 días, cuando el FMI difundió un crítico informe sobre cómo había sido implementado su plan acordado con el gobierno de Mauricio Macri, Guzmán dejó en claro un par de cosas: la primera que se busca un “Plan de facilidades extendidas”, esto es a diez años, pero pidiendo que “si en el futuro el FMI tiene nuevos programas” a más largo plazo, a 20 años como quiere el kirchnerismo “se pueda incluir en él” a Argentina.   

Además “buscará no pagar capital hasta el 2026” y durante ese período abonar “la menor cantidad de intereses posibles”, dijo el ministro en declaraciones al canal de noticias C5N.   

Con respecto a la sobre tasa que paga Argentina, unos US$ 1.000 millones al año, Guzmán se resignó a decir que “se buscará su reducción en todos los foros internacionales”, ya que el FMI ha rechazado esa posibilidad.   

En este marco, Guzmán hablará de “negociaciones” y no de “entendimiento” porque los funcionarios del ministerio de Economía que viajaron a comienzos de mes a Washington no se pusieron de acuerdo con sus pares del Fondo sobre los datos fiscales y monetarios de Argentina.   

Luego de dos años “con el staff se han ido construyendo entendimientos que hoy en día son profundos”, reconoció Guzmán en declaraciones la semana pasada al diario El País, y apuntó a que los miembros del directorio “apoyaron esta evaluación (critica del programa de Macri) pero hubo algún caso en el cual, por parte de los accionistas, no se alcanzó una comprensión plena” de la situación argentina.    

Los gobernadores quieren un arreglo con el FMI para renegociar sus propias deudas y para que no se “caigan” todos los créditos de otros organismos internacionales, como el Banco Mundial o el BID, que financian las obras públicas, algunas de las pocas actividades “productivas” que hay en las provincias más pequeñas.