El ministro de Economía, Martín Guzmán, partirá este viernes a EEUU donde se desarrollará la reunión anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), en medio de las posturas contrapuestas dentro del Gobierno acerca de un posible acuerdo.

En declaraciones que se le atribuyeron a Alberto Fernández publicadas por el portal El Destape, se aseguraba que el acuerdo para refinanciar los US$ 45.000 millones que Argentina le debe al organismo “está cerrado”, e incluso que están “en vías de solucionarse” los problemas que tiene la directora del organismo Kristalina Georgieva, ante las acusaciones de haber favorecido a China en un informe.

“Nos viene bien que siga ella (Georgieva). El acuerdo está cerrado, falta que se oficialice la baja de tasa. Pero si no sale pronto, se puede manejar con una cláusula pari passu,(“em iguales condiciones”) como el tema del plazo", puso el periodista Roberto Navarro en boca del presidente.

Fernández se refería así al pedido hecho por Argentina para que el Fondo le rebaje la tasa de 3 puntos porcentuales que le cobra al país, como lo hace con las demás naciones, cuando alguna se excede en el monto tomado.

Guzmán viaja con el Presupuesto 2022 que fue presentado ante el Congreso el 15 de septiembre, tres días después de las PASO, y en medio de la crisis política del Gobierno, iniciativa que contemplaba un acuerdo con el FMI para refinanciar los US$ 19.000 millones que vencen el año próximo con ese organismo

También el proyecto implica un aumento del 30% en las tarifas de los servicios públicos para reducir los subsidios que se destinan para mantenerlos en los valores actuales, como una forma de reducir el déficit fiscal.

Todo este andamiaje “implícito” fue puesto en dudas por el jefe de la bancada del Frente de Todos, Máximo Kirchner, quien advirtió que “cada dólar que se destine al pago de la deuda con el FMI es un dólar menos para el pueblo”.

“Cada dólar que se va al FMI, es un dólar menos en Salud, en Educación, en el sector privado”, expresó el diputado Máximo Kirchner también en diálogo con El Destape.

Incluso, Máximo Kirchner, cargó contra los plazos al asegurar que “quieren que paguemos en diez años una deuda del FMI sideral, que va a afectar a toda la sociedad", en coincidencia con los dichos por su madre, la vicepresidenta, Cristina Fernández, de estirar los pagos al menos a 20 años.

Frente a todo esto, falta la opinión de la oposición ya que el Gobierno decidió que todo acuerdo con el FMI sea avalado por el Parlamento.

Ante este panorama, el asesor financiero, Javier Timerman consideró que un eventual acuerdo entre el Gobierno y el FMI “ya no se discute en ningún círculo” y lo que están en tela de juicio “es cómo se gasta ese dinero” de ese, y otros organismos internacionales.

“Entrar en default con el Fondo sería ya una ruptura importante y además contradice bastante lo que está en el mismo proyecto de Ley de Presupuesto 2022 presentado”, dijo Timerman en declaraciones al programa “Es Por Acá”, en Radio Milenium.

Explicó que “una parte importante del financiamiento del 2022 proviene no solo el Fondo, sino otros organismos multilaterales, que han crecido mucho sus cajas, porque la administración de (Joe) Biden se ha propuesto eso”, y que para prestar, Argentina debe tener el acuerdo con el FMI.

Existe “mucho presupuesto ya aprobado para obras en las provincias” por lo que “sería realmente ridículo romper o no pagarle, más cuando el Fondo parece estar dispuesto a un acuerdo de 10 años donde estamos pateando la pelota para adelante”, dijo Timerman.