“Nuestro país depende de la lluvia y del viento”, decía a manera de crítica, allá por 1892, el entonces presidente Carlos Pellegrini, quien veía con perplejidad la endeblez de la economía agroexportadora argentina. 

Algo de esto está pasando en nuestros días, donde el Gobierno ajusta y ajusta hacia la baja, las estimaciones de dólares que podrían llegar a entrar entre diciembre y marzo por las exportaciones de trigo, con una pérdida mayor a US$ 2.200 millones, según estimaciones privadas. 

Hasta el viernes pasado las lluvias caídas sobre la “zona núcleo”, permitieron “frenar el deterioro de siembras tardías”, de hecho, el 56% de lo sembrado muestra condición entre regular y mal, por lo que “no se esperan mejoras sobre los rendimientos esperados”, dijo la Bolsa de Cereales de Buenos Aires . 

Habrá que pasar el verano, esperar que el trigo alcance y llegar a abril para que ingresen dólares

En medio de este, “mantenemos nuestra actual proyección de producción de 12,4 millones de toneladas, unas 10 millones por debajo de la campaña 2021/22”, dijo la BCBA. 

Por su parte, para la Bolsa de Comercio de Rosario( BCR), la producción caerá a 11,87 millones de toneladas, lo que solo “permitirá cubrir la demanda interna y la exportación” ya comprometida. 

“Pero no puede caer ni un poco más porque tendríamos problemas ya sea para abastecer el mercado interno” con la consecuente suba de precios en la harina o el pan, “o cumplir con los compromisos de exportación”, dijo Emilce Terre en declaraciones a Radio Mitre. 

La cosecha del cereal 22/23 sería de 11,8 millones de toneladas, desde los 23 millones recolectados en el ciclo 2021/2, hará que el país “pierda la posibilidad de ingresar divisas por US$ 2.221 millones", señaló la BCR. 

Sin embargo, la lluvia permitió mejorar el estado del cultivo de maíz, con el 61% en buenas condiciones, contra el 53% de la semana anterior, informó la BCBA. 

Habrá que pasar el verano, esperar que el trigo alcance y llegar a abril para que ingresen dólares

Las exportaciones de maíz comienzan en abril y sirven de “puente” entre las de trigo, que terminan en marco, y las de soja, que se inician en mayo, y que son las que más aportan a la economía local. 

Ya se declararon exportaciones por 20 millones de toneladas de maíz, la mitad del año pasado, y se espera que aporten US$ 9.221 millones, si la lluvia y el viento nos favorece. 

Por todo esto, el presidente de Confederaciones Rurales Argentina (CRA), Jorge Chemes, afirmó que el sector está atravesando un contexto de desesperación producto de la sequía en la Pampa húmeda, y puntualizó que "hay pérdidas casi totales en algunas provincias". 

"Lamentablemente la zona núcleo fue la más castigada. Y esto se alargó en el tiempo, el período cubrió la cosecha fina con el trigo y también está comprometiendo la cosecha gruesa. Esto sin dudas tiene una gravedad yo creo un poco mayor a lo que hemos vivido en otras sequías", señaló Chemes a Radio Continental.