Hans Humes, CEO del grupo Greylock, dijo hoy que la reciente negociación para la reestructuración de la deuda argentina que terminó en un acuerdo fue "más complicada" que la de 2005, debido a que los grandes fondos de inversión mostraron en esta ocasión una postura de mayor "agresividad".

"Esta negociación fue más complicada que la que tuvo la Argentina en la operación de deuda del 2005 desde el punto de vista de los fondos de inversión, especialmente porque fondos muy grandes resultaron ser más agresivos que antes", indicó el titular de Greylock, uno de los grupos con los que el país debió negociar el canje, en un seminario organizado por Forbes.

"Nunca habíamos trabajado con grandes fondos siendo tan agresivos y empujando su punto de vista. No fue cosa de fondos buitres sino de fondos muy grandes que quieren empujar sus intereses en el proceso", expresó Humes, al comparar a Blackrock con los grupos de tenedores duros a los que no les interesa negociar sino litigar en las cortes para obtener al máximo sus retornos de inversión.

Humes participó en numerosas reestrucuraciones de deuda en los ultimos 25 años, entre las que se destacan las que llevaron adelante Grecia, Rusia, Argentina y otros países de America Latina. Opinó que es una cultura más agresiva de lo que estaba acostumbrado a ver en materia de deuda soberana.

Para Humes, "Blackrock estuvo muy duro". "Cada fondo tiene su responsabilidad fiduciaria, pero nunca habíamos visto a los grupos tratando directamente con los gobiernos", indicó. Fue más complicado, porque "contrataron representantes con experiencia en reestructuraciones corporativas high yield de Estados Unidos", muchas de la cuales se consolidaron tras la crisis mundial del 2009. 

Respecto al Gobierno argentino, Humes opinó que el presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Martín Guzmán, "ajustaron el modo de negociar con el objetivo de alcanzar un acuerdo", y recordó la distancia existente entre la primera oferta respecto de finalmente acordada. 

"Se aprendió mucho de lo que pasó en el 2005, que dejó la puerta abierta para que entre Elliott (el fondo de Paul Singer) con los juicios", agregó. 

Asimismo, de cara al futuro económico del país, consideró que "esta transacción" le dio mucho espacio a la Argentina. "Los flujos de inversiones van a depender de la marcha de la economía global pero pienso que puede haber inversiones atractivas", opinó el Ejecutivo, quien no descartó que la Argentina también pueda "volver a los mercados entre 12 y 18 meses".

Crítica a Stiglitz
Por último , se mostró pesimista respecto de la última propuesta del premio Nobel Joseph Stiglitz, quien recomendó al FMI comprar deuda de países en crisis para alivianar la carga que deben enfrentar esas naciones. "Creo que Stiglitz es muy buen académico pero ciertas ideas viables en papel escrito no las veo viables en el mundo real", sostuvo Humes. "El Tesoro de Estados Unidos no quiere meterse en mercados de este tipo y el FMI no debe asumir ese rol en el proceso", concluyó Humes.