Desde principios de año se han endurecido los controles de la Dirección General de Aduanas a fin de evitar evasiones impositivas y de esta manera aumentar la recaudación. Gracias a un acuerdo de intercambio de información con España, la Aduana lleva recaudados 7.460.882 de pesos correspondientes a consumos de alta gama no declarados por turistas argentinos provenientes de dicho país.

El engranaje funciona de manera aceitada entre ambos países y se enciende cuando un turista compra un bien de lujo en el exterior. Cuando éstos piden la devolución del IVA en aeropuertos ibéricos, la Aduana recibe una alerta de información. Ésta, luego, le pide a la Dirección de Migraciones identificar el vuelo con los pasajeros en cuestión, que al arribar al país son revisados para identificar si tienen declarados o no los bienes.

Hecha la ley, deshecha la trampa: bienes de lujo comprados en el exterior pagan altos tributos

Entre los casos más emblemáticos de este año se destacan un reloj valuado en 15.375 euros, cuya tributación aduanera fue de 960.804 pesos, y un reloj de 52.066 euros que inicialmente quedó retenido en Ezeiza. Sucede que debido al costo del tributo, el pasajero no contaba con suficiente capital para cancelar su obligación tributaria. Finalmente, seis días más tarde, abonó los $3.169.385 correspondientes para poder retirarlo.

Desde Aduana señalaron que el intercambio de información con España es fundamental, dado que en muchos casos los turistas traen los bienes puestos, argumentando que ya los poseían antes de salir del territorio argentino. Sin embargo, el conocimiento certero que la Aduana argentina tiene de los detalles de las compras le permite “ser inflexible”.

Hecha la ley, deshecha la trampa: bienes de lujo comprados en el exterior pagan altos tributos

Cabe señalar que en lo que va de agosto, también en vuelos provenientes de Madrid, fueron detectados un brazalete de 5.938 dólares, dos relojes Hublot de cerca de 10.000 euros cada uno y un reloj Tag Heuer de 5.343 euros. Tributaron, respectivamente, $324.1635, $581.394, $475.388 y $280.000.

Además, se puede destacar la detección, también este año, de un reloj Cartier de 5.165 euros, por el que el pasajero tributó $273.486; unos aros de 5.082 euros, que resultaron en un pago de $321.418,50; un brazalete de 5.910 euros, cuyo tributo consistió en $395.178 y, finalmente, un anillo de 3.843 euros, que tributó $201.792,50.