El Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (Indec) dará a conocer este jueves si el nivel de desocupación registrado entre enero y marzo resulta menor al 10,4% evidenciado en igual período del año pasado, luego de que la economía creciera 2,5 % entre ambas mediciones. Ya el año pasado, con una economía que cayó 9,9% la tasa de desocupación alcanzó al 11%, contra el 8,9% de finales del 2019.

Si la desocupación no fue mayor en este contexto de caída de la economía obedeció a las medidas restrictivas  que impuso el Gobierno como la prohibición de despidos, la doble indemnización y el pago de parte de los sueldos de los trabajadores registrados a través del RePro.

Otro factor que ayudó a que la desocupación registrada no fuera mayor resultó lo que se denominó “factor de desaliento”, es decir, como las actividades estaban cerradas por la pandemia, la gente no salió a buscar empleo.

“De no haberse generado este efecto desaliento (por la cuarentena) y se hubiese mantenido el nivel de participación en el mercado de trabajo, la desocupación se habría incrementado a 28,5%", sostuvo un informe de la Observatorio Social de la UCA titulado "Efectos de la pandemia Covid-19 sobre la dinámica del trabajo en la Argentina urbana". Cabe destacar que la cifra de desocupación proyectada emitida por la UCA dista del 11% que informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).

Para el Observatorio de la Universidad Católica Argentina, a fines del año pasado la desocupación había alcanzado al 13,9%, frente al 11,3% con que había cerrado el 2019. La Encuesta del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA, referida a la población de 18 años y más, sostiene que a pesar de la fuerte pérdida de empleo observada, la tasa de empleo disminuyó del 57,9% al 54,1%, debido a un “efecto de desaliento” en la búsqueda de empleo ya sea por la imposibilidad de circular libremente por las disposiciones del ASPO o del DISPO o, por la creencia de que no se va a conseguir trabajo