El mismo ministro de Economía, Martín Guzmán, había anticipado el 5 de octubre que la inflación de septiembre iba a estar por encima del 2,5% de agosto.

“Habíamos anticipado que marzo iba a ser el mes con tasa de inflación más alta”, cuando llegó al 4,8%, dijo Guzmán en una convención de empresarios de la construcción. Sin embargo, “la tendencia no es lineal, esperábamos un mes (septiembre) donde la tasa de inflación intermensual aumentase”, y pronosticó la vuelta al rumbo declinante para octubre.

Es cierto que no precisó “cuánto” más alto sería el índice, pero el 3,5% que informó una semana más tarde el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) resultó superior a todos los cálculos privados que, como máximo, la estimaban en 3,3%.

Como “venía venir la mano” el flamante Secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, advirtió horas antes de la información del Indec que “la inflación de septiembre parece que viene arriba de 3%” y a contramano de lo dicho por Guzmán,adelantó que “por lo que vi en octubre tampoco es bueno”.

Feletti, en diálogo con El Destape Radio, explicó que la idea de congelar los precios hasta el 7 de enero “es una propuesta de acuerdo precisa y concreta", y aseguró que “en este momento es fundamental parar la pelota y asegurar un trimestre de pleno consumo. Y un poco de alegría, (porque) la Argentina necesita un poco de alegría".

El ex viceministro de Amado Boudou anunciaba este “congelamiento” mientras que su superior, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, estaba ausente de la reunión para pedir pedirle más inversiones a otros empresarios en el Coloquio de Idea.

Lo cierto que “La vida que queremos” viene con aumento de precios. No solo los de los alimentos, que intenta congelar Feletti amenazando con aplicar la “Ley de Abastecimiento”, sino de todos los demás productos y servicios que reabren después de la pandemia, vienen con precios actualizados.

Para que quede claro, si uno quiere ir a ver un partido de fútbol de “Primera A”, la popular no baja de los $ 1.000, una entrada para un recital de rock $2.000 y para hablar de cosas menos mundanas, como comprar ropa, uno de los sectores más protegidos por aranceles, los precios subieron 6% en septiembre por el cambio de estación, y acumularon un aumento del 63,9% en los últimos 12 meses, contra una inflación del 52,7%.

La inflación del 3,5% de septiembre tuvo una suba del 6,4% de los productos y servicios “Estacionales”. En agosto, cuando había logrado perforar el piso del 3% para terminar con el 2,5% los “Estacionales” habían sido de solo el 0,6%. A veces te juegan a favor, otras veces en contra.

El ex viceministro de Economía de Axel Kicillof, Emanuel Álvarez Agis, aseguró que “hay que tratar el año que viene de repetir la inflación de este año. Eso es optimista. Porque tenemos problemas de precios relativos, con una brecha del 90% y con una negociación con el FMI pendiente”.

“Incluso, más allá de lo que puedan recibir las reservas, me parece que el escenario para el año que viene es muy complejo", dijo Alvarez Agis, en una charla del Coloquio de IDEA.

En ese mismo panel el último ex ministro de Economía del macrismo, Hernán Lacunza, criticó la idea de que la inflación se debe a "un aumento de los precios de los productos agrícolas. Pueden haber afectado en 3 o 5%, pero acá estamos hablando de una inflación que pasó del 30 al 50% y con las tarifas congeladas”.

Por su parte la economista Marina dal Pogetto, coincidió con Feletti al asegurar que la medición de los precios de la primera semana de octubre “estuvo por encima de la de septiembre”, y que si bien eso no quiere decir que continúe así “es una mala señal”.

Guzmán dijo, como lo hizo en diciembre, y luego en marzo, que la inflación va a comenzar a bajar a partir de octubre, pero parece que muchos, incluso desde su mismo gobierno, no lo están escuchando.