En EEUU, llegó a su mayor nivel en 40 años; en Argentina, tocará este año un máximo desde la híper de fines de los 80` y principios de los 90`. La inflación ya no es solo un fenómeno solamente doméstico, sino que volvió a ser el mayor problema económico en la mayoría de los países del mundo. La emisión monetaria récord producto de la pandemia, ya había provocado un impulso general de los precios a nivel global, pero la guerra de Rusia contra Ucrania, que disparó los valores de los commodities, aceleró aún más la dinámica.

En EEUU, la inflación interanual de marzo marcó un 8,5%, récord desde fines de 1981, lo que deteriora el poder de compra del dólar, que la mayoría de los argentinos eligen como refugio, ante la recurrente debilidad de nuestra moneda, el peso. Es decir, que los dólares que se suelen guardar “debajo del colchón” comienzan a sufrir los efectos de la política monetaria de EEUU y de la invasión de Putin a territorio ucraniano, a menos que los “pongamos a trabajar”.

“El motivo por el cual EEUU está con un nivel de inflación tan elevado se explica en gran parte por las políticas acomodaticias que tomó el Banco Central de aquel país durante la pandemia. Sin embargo, cuando las cosas empezaron a mejorar, el titular de la Fed, Jerome Powell, decidió esperar demasiado tiempo antes de volver a subir la tasa de interés y finalizar el programa de compra de activos”, remarca Maximiliano Donzelli, Jefe de Research en IOL Invertironline. Pero además la aparición de otros factores, como “la contundente suba de los precios del combustible a nivel mundial, y el inicio de un conflicto bélico entre Rusia y Ucrania provocó una disparada aún más acentuada del precio del petróleo, que llegó a dispararse hasta casi 140 dólares por barril, su nivel más alto desde 2008”, agrega Donzelli.

 Cómo proteger los dólares de la inflación en EEUU

Descartados los plazos fijos en dólares, que rinden entre el 0,5% y el 1,5% anual en los bancos argentinos, debemos buscar alternativas en el mercado de capitales. Por medio de cuentas en el exterior, los especialistas sugieren los títulos análogos a los bonos CER (siguen la evolución de la inflación): en EEUU son los TIPS (Treasury Inflation-Protected Securities), cuyo valor del capital se ajusta según la variación del IPC estadounidense.  “Actualmente los rendimientos reales de estos bonos en el mercado secundario van de aproximadamente -0,76% a 5 años, a +0,26% a 30 años”, señala a Data Clave Ornela Di Doménica, asesora financiera de TSA Bursátil, del Grupo Transatlántica.

Otra alternativa puede ser la inversión en renta variable, dado que el retorno real promedio del S&P 500 de los últimos 50 años (1971-2021) fue de casi 4%. “Sobre este último, los inversores locales con pesos pueden adquirir ahora ETFs (fondos cotizados), que lo representan a través de su correspondiente Cedear (Certificado de Depósito Argentino que representa a acciones de empresas que cotizan en el exterior)”, afirma Di Doménica.

Por su parte, Juan Manuel Franco, economista Jefe del Grupo SBS comenta a este medio que para hacer frente a la inflación en dólares de EEUU “lo mejor son apuestas por el equity internacional, vía CEDEAR en empresas de sectores ligados a la producción de materias primas, como el energético, minero o agrícola”.

Dentro de los papeles más operados en la bolsa porteña, que pertenecen a estos segmentos, aparecen: Petrobras, Vista Oil & Gas, Tenaris, Exxon, Barrick Gold, y Vale. “Aclaramos que estas alternativas de inversión en renta variable son más apropiadas para perfiles con apetito por el riesgo, que busquen retornos de al menos la inflación en dólares (hoy en 8,5% interanual), algo que pocos instrumentos de renta fija brindan”, avisa Franco.

Desde IOL Invertironline, Donzelli dice que “es probable que las principales compañías del sector de consumo básico, es decir, las que se dedican a la venta al por menor de alimentos, bebidas y tabaco, y las empresas de productos personales y para el hogar, podrían verse beneficiadas por un escenario inflacionario. Adicionalmente, son sectores defensivos que se verían menos afectados ante una desaceleración económica”. Es por esto que, según su visión, sería una buena idea estar posicionado en CEDEARs de compañías que cumplan con esas características. Entre ellas, menciona a Procter & Gamble, Coca Cola, Pepsico y Wal Mart.

Por otro lado, para los interesados en una alternativa de renta fija o bajar participación en renta variable, puede ser una buena idea tener exposición en algunas Obligaciones Negociables (ON), o deuda corporativa argentina. “Pensando en un perfil de riesgo moderado, se sugiere incorporar ON de las empresas Celulosa, IRSA y Pampa Energía con un rendimiento anual estimado del 10,2% en dólares”, indica el Jefe de Research en IOL Invertironline.

Cómo proteger los pesos de la inflación en Argentina

Por otra parte, y al mismo tiempo, los pesos en la mano se derriten cada vez más en Argentina ante una inflación de marzo, del 6,7%, récord en 20 años, y con la expectativa de que llegue al 60% a lo largo del año, lo que la convertirá en la más elevada desde 1991 (cuando dio 84%).

“Creemos que la inflación de 2022 se ubicará en niveles elevados, incluso por encima de los niveles de 2021. Esto es así debido al arrastre monetario 2021, reacomodamiento de precios relativos (en especial regulados y servicios) y un dólar que correrá a un ritmo más acelerado este año que el año pasado”, sostiene Franco.

Asimismo, Di Doménica, de TSA Bursátil, afirma que “en un contexto de alta expectativa inflacionaria, tanto empresas como individuos, buscan resguardar su capital de trabajo y ahorros de la pérdida del poder adquisitivo de la moneda. Si bien muchos deciden dolarizar dichos flujos, hoy no es la herramienta ideal para cubrirse de la inflación”.

Claramente en este contexto, todos los instrumentos que ajustan por CER o UVA son los más demandados hoy por los inversores.

Para los minoristas, una buena opción son los plazos fijos UVA, que rinden la inflación más un 0,5% anual, pero se deben colocar por un mínimo de 90 días. De acuerdo a cifras del Banco Central, estos instrumentos acumulan en el año, según las tenencias del sector privado, un incremento nominal superior al 45%, frente un crecimiento de apenas el 22% en el mismo período de los plazos fijos tradicionales a 30 días (hoy pagan una tasa de 3,8% mensual nominal anual).

Si se trata de montos mayores o se necesitan plazos más cortos y mayor acceso a la liquidez (en menos de 90 días), la opción elegida por los inversores son los Fondos Comunes de Inversión (FCI) orientados a brindar cobertura contra la inflación. “Estos fondos tienen una cartera de activos CER distribuidos a lo largo de toda la curva, y devengan hoy un rendimiento de Inflación -2,5% con acceso a la liquidez a las 48 horas”, dicen analistas de MegaQM Fondos Comunes de Inversión, quienes sugieren el FCI Megainver Retorno Absoluto y el Quinquela Total Return. “Estos dos productos han recibido fuerte interés de los inversores”, enfatizan.

De hecho, según un informe para clientes de Porfolio Personal Inversiones (PPI), la búsqueda de “minimizar” el impacto de la inflación en los pesos, ha impulsado a migrar las inversiones de muy corto plazo (fondos money market, cauciones, etc.), hacia opciones con algún grado de riesgo de mercado. “La industria de FCI ha reflejado una tendencia creciente -y acelerada en las últimas semanas- a traspasar flujo de T+0  de corto plazo (se pueden rescatar en el día), a renta fija T+1 (y ajuste CER, con rescate en 24 horas). Este movimiento ha llevado a que los FCI money market pasen de representar 48% del Patrimonio neto total de los FCI a fines de diciembre, a un 44% a principios de abril; en tanto, los T+1 explican hoy más de un 11% (contra un 9% de meses atrás)”. Es un escenario que podría seguir profundizándose en la búsqueda de rendimientos reales positivos, dicen en el mercado.

Pero también se puede optar directamente por los bonos CER que, en lo que va del año, acumulan subas de hasta 39% en la bolsa porteña, frente a una inflación de 16,1% en el primer trimestre. “Los papeles CER son la mejor alternativa en pesos en este contexto, dado que difícilmente otra opción le pueda ganar al carry del CER. Dentro de este espacio, nuestro tramo de duration preferido es agosto 2022 a marzo 2023”, puntualiza Franco. 

“Las Letras del Tesoro y los bonos ajustados por CER son instrumentos que actualizan el capital según el coeficiente CER y que, en general, suelen dar un margen extra por la colocación. Según el último REM, la inflación para los próximos 12 meses podría alcanzar el 55%, por lo que el rendimiento de estos instrumentos estaría superando el 50%. En general, hay licitaciones de manera quincenal con márgenes algo más atractivos que en mercado secundario, donde hoy se encuentran a tasas negativas como reflejo de su alta demanda”, afirma Di Doménica.

Hoy en el mercado hay letras desde 30 a 300 días, y según los precios de cierre del pasado martes, su rendimiento se encuentra entre -5% y -8%.  Por su parte, la curva de bonos CER arranca en septiembre de este año hasta el 2045, con márgenes de tasas desde -9% a 5,8%. “Es importante tener en cuenta que estas tasas están determinadas por la inflación esperada, y que el rendimiento efectivo estará dado por los niveles de inflación real”, aclara la analista de TSA Bursátil.