Daniel fue en agosto a retirar plata de la caja de seguridad que hace diez años mantenía en la sucursal de Márquez y Panamericana (San Isidro) del BBVA. Al llegar, los empleados del banco le contestaron que no había ninguna caja a su nombre, lo que inició un insólito conflicto dado que el cliente asegura que guardaba, en la caja, más de US$100.000. 

Un escribano abrió esa bóveda ante la presencia del nuevo y el viejo cliente, y se constató que aún había una bolsa con dinero de Daniel, junto a la plata del actual dueño de esa caja de seguridad. Pero según denuncia la defensa de Daniel, lo que quedaba en esa bolsa era bastante menor a lo que había conservado su cliente. 

La situación continuó en una mediación entre el cliente y el BBVA. En donde, según le relató a Data Clave el abogado defensor, el banco reconoció el error ante Daniel. Lo que restaba definir, entonces, era la compensación, debido a las dificultades para comprobar el capital que el cliente guardaba en la caja de ahorro. En la segunda mediación el BBVA cambió de estrategia y se negó a reconocer lo reclamado por Daniel. Esta situación se da en un contexto de alta demanda de cajas de seguridad. 

En la defensa mantienen la expectativa de que el banco reconsidere su posición, previo a avanzar en una denuncia penal por hurto.