Las negociaciones con el Gobierno para que libere la exportación de maíz recalentaron la interna del sector agropecuario. Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) le advirtió hoy al Consejo Agroindustrial Argentino que “no se adjudique representaciones de las que carece”.

La intervención del Consejo, integrado por todas las bolsas de cereales del país y las cámaras que reúnen a las empresas agroindustriales, resultó decisiva esta semana en las negociaciones con el Gobierno para que levantara las restricciones a las exportaciones del maíz.

A cambio ofreció “un monitoreo” de la cantidad en stock que permita el abastecimiento en el mercado interno, en especial para las granjas de pollos, cerdos y los feedlot.

Dos días después de alcanzado ese acuerdo, CRA emitió un comunicado a través del cual indicó: “Queremos instar al CAA, a que no se adjudique representaciones de las que carece y no convalide en nombre de la producción primaria, cupos, permisos, cuotas o cualquier otro artilugio que genere distorsión en los mercados que deben operar por la oferta y la demanda”.

La entidad, que integra también la Mesa de Enlace Agropecuaria, apuntó a que “el Gobierno nunca, en estos días, recibió a CRA, y canalizó toda la gestión con el Consejo Agroindustrial Argentino, entidad mayoritariamente compuesta por el sector comercial de granos y en algunos casos con supuestos beneficiarios del cierre de exportación de maíz”.

“Un viejo dicho campero dice ‘hablando se entiende la gente’, claro, que para eso pase se necesitan dos, que estén dispuestos a escucharse mutuamente”, señala CRA en su nota.

Desde el inicio de la gestión de Alberto Fernández el Consejo ha procurado tener un amplio diálogo, incluso con la vicepresidenta Cristina Fernández, quienes fueron a verla al Senado. La propuesta de esta entidad es generar las condiciones para impulsar las exportaciones por US$ 100.000 millones.

En el conflicto por el maíz el ministro de Agricultura, Luis Basterra, condujo las negociaciones con la Consejo mientras que la Mesa de Enlace, que nuclea a las tradicionales entidades ruralistas, llevó adelante un paro de comercialización entre el lunes y el miércoles pasado.

Tanto ruralistas como integrantes del Consejo apuntaron a que existe un stock de ocho millones de toneladas de maíz para abastecer al mercado local, hasta la llegada de la nueva cosecha en abril, por lo que no eran necesario ningún tipo de imposición de cuota.