Juan Garzón se toma su tiempo para contestar. Trata de no caer en los lugares comunes de la crítica económica ni generar frases que puedan ser disonantes. De las últimas medidas, rescata la orientación de rebajar impuestos que impulsó el Gobierno la semana anterior, pero tiene sus dudas sobre lo que propone el Presupuesto 2021.

Apunta a que, más allá del Tipo de Cambio Multilateral, la relación entre el peso argentino y las monedas de los países con los que comercia, la brecha cambiara es una señal de la desconfianza de los agentes del mercado.

Data Clave: ¿Cuál es su primera impresión del proyecto de Ley de Presupuesto para el 2021?

Juan Garzón: Es una propuesta que genera varias dudas. Plantea una reducción del déficit fiscal a 4,5 puntos del PBI, que se va a financiar, en un 60% con emisión monetaria, pero el que viene es un año electoral y ahí vale la pregunta, ¿tendremos solo 4,5 puntos de PBI de déficit? Y si lo tenemos, ¿cómo se conjuga financiarlo con el 60% de emisión monetaria, y a la vez una inflación de solo el 29%? Cuando vos no transmitís claramente que tenes un problema fiscal que resolver, la gente tiende a retraerse y ya venimos de varios años de caída de la economía.

D.C: ¿Pero en ese proyecto de Presupuesto, no se percibe la intención política de reactivar la economía?

J.G: No está claro cuál es el modelo de desarrollo que impulsa el Gobierno. Si es por el lado de la exportación,… cuál es su integración con el mundo. Es muy difícil, porque un día apoyas a Venezuela y al otro día la castigas… Existe mucha confusión y en ese panorama, las empresas postergan decisiones de inversión y las familias las de consumo. Todo eso apunta a que la economía no se reactive y eso genera un círculo vicioso, en lugar de virtuoso. La economía tiene fórmulas; vos no podés tener déficit fiscal mucho tiempo, o la necesidad de tener un sector exportador pujante para lograr divisas, que la emisión tampoco puede ser para siempre….cosas que este Gobierno parece no entenderla muy bien, pero más allá de eso, también tiene mucho de ciencia social, sobre las expectativas, la emocionalidad con las que se toman las decisiones los distintos agentes que operan en la realidad.

D.C:¿Y ahí es donde aparece la falta de confianza?

J.G: Falta certeza. Una cuestión concreta es la falta de medidas para corregir el déficit fiscal. Es más, para el Gobierno, la reactivación de la economía en el 2021 (N de la R proyecta un aumento del 5,5% del PBI) viene por un impulso del consumo público, un mayor gasto del Estado, y eso le genera al sector privado una mayor preocupación, porque ¿con qué lo vas a financiar. Con más impuesto, más emisión? Los impuestos ya están muy altos, y la emisión tiene un riesgo que se te vaya a la inflación, y todo eso genera desconfianza. El ministro de Economía, Martín Guzmán no está siendo muy preciso ni mostrando preocupación sobre ese punto y ahí es donde el mercado, los inversores, se preocupan, porque si vos tenes un problema fiscal, que se traslada a un problema monetario, hasta que no soluciones lo primero, los que pueden se cubren con el dólar.

D.C: Pero no son pocos los análisis que apuntan a que el tipo de cambio multilateral esta elevado.

J.G: Eso es relativo, porque ¿cuál es el tipo de cambio? El productor de soja vende a un dólar de entre $ 56 a $58 pesos, pero cuando va a comprar sus insumos este vale $ 78,  y si quiere ahorrar en dólares tiene que comprarlos a $ 155. Esta disparidad en el tipo de cambio juega en contra de la producción, porque el dólar al que vos vendes puede ser muy caro pero al que comprás está al doble.

D.C: En este marco ¿Cómo evalúas las últimas medidas adoptadas por el Ministerio de Economía y el Banco Central?

J.G: Todo lo que sea baja de impuestos está en la orientación correcta. Después e puede discutir cuánto le bajaste a uno o a otro, esa es la letra chica, pero entiendo que la lógica es alentar la producción de valor agregado reduciendo la carga impositiva para quienes elaboran productos primarios. Sin embargo, son cambios marginales dado el contexto de una expectativa de devaluación muy fuerte. Quien tenga activos dolarizados será muy difícil que se desprendan de ellos.

D.C:¿Y la baja de las retenciones al campo?

J.G: Lo que ha ofrecido el Gobierno es poco para lo que necesita el sector agropecuario para ganar confianza y estimular las ventas. El pasar de 33% al 30%, esa baja de tres puntos es el 9% de la carga tributaria, es muy poco. Además tenes dos factores que ayudan a retener la cosecha, aquellos que pueden hacerlo, ya que muchos, la mayoría, la han vendido, y es que el precio internacional de la soja ha venido subiendo desde abril, por lo cual la expectativa es que siga aumentado, y el segundo es interno, porque si no tenes la necesidad de vender, es una reserva de valor.