El Índice de Desocupación bajó al 6,3% al término del 2022, frente al 7 % de finales del 2021, informó este miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). 

Esta caída en el desempleo se dio en medio de una creciente precarización, con mayor cantidad de monotributistas, ya sea “formales” o “sociales”, y en medio de una economía que creció el 5,2 %, con una inflación que ascendió al 94,8%, según los datos oficiales.

El Indec dio cuenta de esta precarización al informar que dentro del grupo de personas asalariadas, “aumentó la proporción de quienes no tienen descuento jubilatorio, que pasó del 33,3% a finales del 2021 a 35,5% el año pasado”. 

Según un reciente informe elaborado por el Ministerio de Trabajo, en el 2022 el empleo formal pasó de 12.468.856 a 13.076.773 trabajadores: un incremento de 607.917 puestos laborales.

Pero ese incremento del trabajo registrado privado estuvo impulsado por el Monotributo Social, con 171.512 registros adicionales, y un aumento del 39,7%, y el Monotributo con otros 116.619 registros, 6,6%. Ambos fueron responsables de un poco más de la mitad de ese crecimiento. 

En tanto, el total de trabajadores con empleo asalariado se incrementó en 313.400, una suba de 3,2%. Otro dato que aporta el Indec es que varias provincias tienen, casi, “pleno empleo” si se toma la baja tasa de desocupación. Son el caso de Santiago del Estero, con el 1,6%; Comodoro Rivadavia (Chubut) con el 2,1%; San Luis, con el 2,4%; Formosa, 2,6%; San Juan, 2,9%; Posadas (Misiones), 3,1%; la Ciudad de Buenos Aires, con el 3,9%; entre otras. 

Además, en el último trimestre del año pasado, la sub ocupación demandante, entendida esta como las personas que trabajan hasta 35 horas semanales y quisieran ampliar ese tiempo de trabajo, alcanzó en el último trimestre del año pasado al 7,1% por debajo del 8,6% de igual período del 2021.

En tanto, la no demandante, se ubicó en 3,8 % frente al 3,5% del año anterior, informó el organismo.