La dupla Massa-Redrado se perfila para consensuar un ajuste con la oposición y también con el kirchnerismo
El Gobierno busca que las negociaciones con el FMI comiencen después de las elecciones y pase por el Congreso, donde la elaboración de un programa de ajuste y su consenso es primordial.
Todo parece encaminarse a que el presidente Alberto Fernández conseguirá la semana próxima que el Fondo Monetario Internacional (FMI) le postergue el pago de los US$ 5.000 millones que vencen este año, y en concordancia con esto, el Club de París haga lo propio con otros US$ 2.500 que Argentina debe enfrentar este mes.
A cambio el Gobierno se comprometerá a presentar un plan para renegociar los US$ 45.000 millones que le debe al organismo, con el aval de la nueva composición del Congreso.
En medio de este panorama, la dupla compuesta por el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y su economista preferido, Martín Redrado, comenzó a tomar contactos con diversos sectores políticos y económicos para convencerlos de los lineamientos que debería tener no solo un plan de ajuste fiscal, sino una serie de medidas para sacar a Argentina del estancamiento, según pudo confirmar Data Clave.
El primero de ellos fue Massa, quien el mismo día en que se hizo el acto en Ensenada, donde él y Cristina Fernández de Kirchner, fueron los únicos que no hablaron, consiguió un gesto político de parte de los Estados Unidos.
Massa, como presidente de la Cámara de Diputados, consiguió que un grupo de legisladores demócratas presentara un proyecto de resolución para que la Casa Blanca exija al FMI que suspenda los cobros de todos los servicios de la deuda a la Argentina y a otros países deudores, hasta que finalice la crisis que desató la pandemia.
De manera paralela, Redrado comenzó a frecuentar más seguidos foros económicos y presentar de manera más detallada la propuesta económica que no solo implica un ajuste fiscal y monetario, sino también un plan para atraer inversiones, convencido de que sin trabajo genuino no se podrá reducir la pobreza.
Más allá de la demagógica declaración "no hay que volver a cometer el error de que el programa con el FMI lo diseñen en Washington" Redrado dijo la semana pasada en un zoom con inversores, que el plan debe tener el consenso de la mayor parte del arco político.
"Un acuerdo que sí o sí hay que hacerlo después de las elecciones", dijo el ex presidente del Banco Central, porque este "plan integral" deberá extenderse al menos "durante diez años en los que seguramente va a haber alternancia política".
En el medio de estos movimientos, el Ministro de Economía, Martín Guzmán, deberá convencer al kirchnerismo de la imposibilidad de conseguir un plan a 20 años, sobre todo, cuando no se pudo cumplir uno a cuatro años, y conformarse con un "10+10" , es decir, un préstamo de Facilidades Extendidas a diez años, en el que si toda va relativamente bien, se pueda conseguir otros diez años de prórroga.
Ante este panorama, los integrantes de Juntos por el Cambio deberán ver cuál es la "letra chica" de ese eventual plan, y que posición toman, ya que los llamarán para ser "socios en el ajuste".
Las posiciones no son muy amistosas. El viernes uno de sus referentes, Alfonso Prat Gay crítico cómo vienen llevando adelante la negociación de la deuda Fernández y Guzmán.
"Club de París y FMI aparecen como la prioridad económica del Gobierno y como una nueva muestra de su doble discurso: señala como excesivos los intereses estatutarios del 3-4% anual de FMI y calla acerca de los intereses del 9% que entregó Kicillof al Club de París en 2014", dijo el primer ministro de Economía de Economía que tuvo Mauricio Macri.
Prat Gay coincide con la visión de Redrado, (lo quieran ellos o no) de la necesidad de un acuerdo económico-social para sacar al país del estancamiento y la critica a Macri por haber ido al Fondo y no renegociar en su momento la deuda con los acreedores privados.
Otro que tiene puntos de acuerdo con Redrado es Hernán Lacunza, quien criticó la política fiscal que viene llevando Fernández y Guzmán al asegurar que "el proceso inflacionario dura un embarazo: emitís pesos hoy, precios suben a los 9 meses".
"La inflación del verano-otoño 2021 se gestó en la emisión del otoño-invierno de 2020. Cuando el Gobierno había descubierto la maquinita de la felicidad: la emisión no genera inflación", ironizó Lacunza desde su cuenta de twitter.
Además advirtió que "desde hace 6 meses la inflación corre al 58% anualizado. Exactamente al doble que el 29% del Presupuesto. No es pronóstico, es presente. No es estacional, son 6 meses al 4% mensual promedio. No es micro (competencia, especulación, empresarios, sindicatos), es macro (Gobierno)", dijo el último ministro de economía de Macri.