“No hay absolutamente ningún tipo de expectativa positiva”, dijo el presidente de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), Natalio Mario Grinman, el fin de semana, como un vocero, inesperado, de lo que piensan los empresarios

Luego de escuchar al ministro de Economía, Martín Guzmán en el Llao Llao, advirtió que el PBI “no está creciendo al 10%”, como afirma el gobierno, sino que eso fue una "recuperación", tras la caída del 9,9% del 2020.

“Para que este crecimiento sea sostenible, hay que generar confianza, y también resolver los problemas de compra de insumos” que atentan contra esa evolución.

"Argentina es un país que cada 4 años se refunda y la verdad lo que estamos haciendo es refundiéndola constantemente", dijo Grinman en declaraciones a CNN Radio.

Desde su punto de vista, “el problema es que no tenemos una clase dirigente que asuma los costos políticos de los cambios que hay que hacer. Un gobierno tiene que estar preparado para hacer las cosas correctas, aunque implique perder las elecciones", enfatizó.

El propio Guzmán dijo que “cuando escasean los dólares es cuando se limita la posibilidad de crecer. Esto es lo que tenemos que entender muy bien a la hora de administrar la política económica”.

Otra mirada, pero en el mismo sentido, brindó el Instituto de Estudios Económicos sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL) que advirtió sobre “las limitaciones de la economía argentina para superar el nivel de actividad pre-covid, pese a la fuerte mejora experimentada en los términos de intercambio, tiene que ver con un ciclo cada vez más volátil”.

En los últimos dieciséis meses, el índice que refleja la evolución la recaudación asociada al mercado interno “no ha podido anotar tres meses consecutivos de variación positiva, con un patrón de un mes de caída cada dos meses de recuperación”.

Para la casa de estudios de la Fundación Mediterránea lo que falta son “instrumentos genuinos de política económica” que atraigan inversiones, y “en cada intento de expansión fiscal y monetaria contiene las semillas de su propio ajuste, sea por la aceleración inflacionaria que licúa la demanda agregada, sea por la falta de capacidad de financiamiento de las importaciones necesarias para lubricar la oferta de bienes y servicios”.

“El ciclo de “stop and go” del período anterior, que podía medirse en años pares e impares (éstos últimos, vinculados a las elecciones correspondientes) parece ahora ceder paso a una dinámica todavía más inestable, en la que el “stop and go” se cuenta por trimestres”, advirtió el último informe del IERAL.

El último Relevamiento de Expectativas de Mercado que hizo el Banco Central dio que el el PBI crecerá este año el 3,5% , es decir, el “arrastre estadístico” de los que dejó el año pasado, según la visión de los agentes del mercado financiero.

En tanto, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el ministerio de Economía estimaron que la economía crecerá el 4% este año.

Solo durante marzo la actividad industrial creció 3,6% en relación a igual mes del año pasado, contra el 8,7% de febrero, en medio de un avances y retrocesos según los rubros de producción.

La suba no fue para todos los sectores iguales, de hecho, 12 de los 16 sectores que releva el Indec terminaron en alza.